La Secretaría de Comercio vigilaría a las exportadoras de trigo
El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, denunció ayer que hay exportadoras de trigo que les pagan un 15 por ciento menos a los productores y no respetan el acuerdo firmado con el Gobierno. También advirtió que lo mismo ocurre con la fruta y que le pidió a Guillermo Moreno que intervenga para determinar las razones y, llegado el caso, aplicar sanciones.
“Se ha firmado un acuerdo para garantizar la mesa de los argentinos y el mercado interno. Lo que hemos hablado ante la situación de que no se respetan los precios convenidos es la intervención directa de la Secretaría de Comercio Interior para determinar las razones por las cuales a los productores denunciantes no se les respeta el precio. Vamos a seguir trabajando en proteger la cadena al más débil, que es el productor”, prometió Domínguez, al término de una nueva reunión con los ministros de Agricultura de todas las provincias del país.
El anuncio consigue dos propósitos en la misma jugada: hacerse eco del reclamo de las entidades agropecuarias porque no se paga el precio lleno del trigo y, por el otro, pasarle la responsabilidad del problema al secretario de Comercio Interior. No es un conflicto nuevo. En las últimas tres campañas, la diferencia entre el precio lleno y precio real –llamado de pizarra– osciló entre los 20 y los 40 dólares por tonelada.
Domínguez, el ministro más flamante del gabinete nacional, apadrinado por Aníbal Fernández, que surgió del interior bonaerense, también informó que recibió el pedido de audiencia que le hicieron la semana pasada desde la Mesa de Enlace. Y que se reunirá con los ruralistas el próximo viernes. La intención es que el centro del encuentro sean los problemas generados por la sequía. La última vez que el ministro habló de este tema fue en una reunión con los dirigentes de la Federación Agraria, de la que derivaron unos 15 millones de pesos de subsidios y una interna fuerte entre la FAA y las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
También se anticipó que la cosecha de trigo no será tan magra como se esperaba. El funcionario explicó que, por la información que recibe el ministerio de los gobiernos provinciales, la estimación de 7 millones de toneladas de cosecha quedó a la baja. Ahora esperan que sean 8,5 millones de toneladas y que, por tanto, estudian abrir un cupo de exportación de dos millones.
Hubo también tiempo para defender el modelo. Fue cuando la prensa lo consultó acerca de las críticas que recibe la política de cupos de exportación administrada por la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA). “Hay un cupo para defender la mesa de los argentinos y abastecer al mercado interno. Se puede estar de acuerdo o no, son conceptos filosóficos en los cuales se estructura el modelo de desarrollo argentino. Con la crisis que tuvo el mundo, con la peor sequía en 75 años, en la Argentina no hubo desabastecimiento y los precios no tuvieron la corrida que se anunciaba”, dijo.
La primera conferencia de prensa en la sede del ministerio incluyó un espacio para que los ministros provinciales de buena sintonía con el Gobierno felicitaran y agradecieran las diversas gestiones del ministro nacional. Pero los representantes de Santa Fe y Córdoba, de distritos menos afines al oficialismo, prefirieron, con diplomacia, el silencio.
Domínguez, que prepara el lanzamiento de un plan alimentario para dentro de pocos días, también mostró preocupación por dos cuestiones: la falta de cuidado de los suelos y el crecimiento récord de la soja en todo el país. Dos fenómenos que, según las estadísticas, se profundizaron en los últimos seis años. (CRÍTICA DIGITAL)