La UIA intentará negociar un acuerdo de precios y salarios

La Unión Industrial Argentina UIA intentarán negociar con la CGT un acuerdo de precios y salarios, el objevo sería generar una cuota de previsibilidad en medio de la incertidumbre económica fomentada, en gran medida, por el clima de inestabilidad política.

Así lo transmitieron el presidente de la UIA, Héctor Méndez, y el secretario, José Ignacio de Mendiguren, quienes coincidieron en la necesidad de encauzar un diálogo social con el sindicalismo que incluya, entre otros puntos, acuerdos respecto de la inflación real esperada y, en consecuencia, el porcentaje de aumento salarial a otorgarse durante este año.

Según los privados, la inflación en 2010 sería de 17%, pero los empresarios buscarán otorgar 15% de aumento salarial.

Al respecto, y pese a que admiten que no reclamarán subas descabelladas, desde la central obrera rechazaron de manera tajante la posibilidad de congelar salarios. “Nadie va a plantear locuras en las paritarias, pero de ninguna manera vamos a aceptar que el diálogo sea para congelar salarios. La propuesta de diálogo social es para acordar medidas de mediano y largo plazo”, aseguraron dos referentes del moyanismo.

Aunque sin todavía haber discutido el tema en el comité ejecutivo –la primera reunión del año está prevista para el martes 9–, el jefe de la UIA aseguró que “hay que buscar una forma de armonizar para crear menos tensión”. “No podemos tomar medidas de fuerza ni pelearnos por una situación que va a generar conflicto”, consideró Méndez, al agregar “sería un desastre” que empiece la “carrera precios-salarios”.

El dirigente de la industria plástica admitió una fuerte preocupación por la disparada inflacionaria, ya que “no es un año sencillo”. El esquema que imagina la dirigencia de la UIA es discutir una pauta salarial “razonable” entre los empresarios y el sindicalismo, sin inmiscuir al Gobierno en este tema. “Lo ideal sería prescindir del Gobierno, porque tienen otras preocupaciones, lo que no quiere decir que sea posible”, añadió el titular de la entidad.

De Mendiguren también consideró que “hay que llegar a acuerdos sobre precios y salarios” porque al no existir datos confiables de inflación, todos se cubren y, si el mercado lo avala, aumentan más los precios por si acaso. Y lo mismo ocurre con las demandas salariales. Los gremios reclaman más porque no hay una cifra cierta de inflación. “La demanda la fija el salario. El problema es cómo logramos la recuperación del salario. No creo en la ley derrame, pero tampoco pienso que se puede lograr en un clima de conflicto. Hay que tener marcos de referencia”, consideró el ex ministro de Producción.

Algunos representantes del sector de los gordos, como Oscar Lescano, de Luz y Fuerza, consideraron viable la posibilidad de avanzar en un pacto de esa naturaleza, siempre y cuando no se negocien sólo precios y salarios. “Al Gobierno, hay que ayudarlo porque todavía tiene dos años por delante y un acuerdo social y económico es clave, aunque también es necesario que haya un acuerdo político”, reclamó Lescano. El dirigente gremial dijo, además, que no aceptará un “acuerdo que imponga un techo a los salarios” y después “hagan lo que quieran con los precios”. “Tampoco los gremios se van a zarpar con los reclamos”, enfatizó.

Coincidió con él, el secretario gremial de Smata, Ricardo Pignanelli, quien expresó que “sería positivo un acuerdo si hay entendimiento y compromiso de todos los sectores”.

Por su parte, Carlos West Ocampo, del sector de Sanidad, se mostró reticente a aceptar el diálogo social con el empresariado, y menos aún para discutir precios y salarios. “Antes de cualquier acuerdo, debe haber un debate previo del movimiento obrero, porque si no, será un acuerdo sólo con Moyano y no creo que a los industriales eso les sirva para algo”, afirmó. (EL CRONISTA)