La canasta de pobreza sigue en alza y el deterioro social crecerá en el primer semestre
El Gobierno porteño informó ayer que el costo de la canasta básica total, que marca la línea de pobreza, subió en febrero 4,1%, siete décimas más que la inflación del mismo mes en la Ciudad, impulsada por los tarifazos y el aumento del precio de la carne. La canasta básica alimentaria, parámetro de la indigencia, saltó 4,7%. Con salarios que no se recuperan y el empleo que padece las políticas recesivas, los datos anticipan la continuidad del deterioro social en el primer semestre.
Según la Dirección de Estadística de la CABA, una familia de cuatro integrantes necesitó en febrero $26.858 para no ser pobre, 53,1% más que un año atrás. Para no caer en la indigencia, precisó $13.319, es decir, 55,6% más. Y el avance de las canastas promete seguir en marcha al calor de los aumentos de tarifas y la suba del dólar.
El próximo jueves, el Indec publicará la tasa de pobreza del segundo semestre de 2018. Por el derrumbe salarial del 12,1% y la destrucción de casi 200.000 empleo durante el año pasado, el grueso de las consultoras estiman que marcará 32%. Un salto interanual de casi siete puntos contra el 25,7% del mismo período de 2017, que implica la mayor suba desde 2002.
Sin embargo, la reaceleración de los precios en los primeros meses de 2019 y la profundización del ajuste monetario para contener al dólar, que aplasta a un sector productivo hundido en la recesión, sugieren que el deterioro de los indicadores sociales continuará en el semestre previo a las elecciones.
"La economía vive una dura recesión y nada indica que esté aflojando. Es la tercera recesión en cinco años, con lo cual hay un efecto acumulativo en el ingreso de los hogares. Y la economía no genera empleo de calidad desde hace ocho años. En ese contexto, el empeoramiento de los indicadores sociales es inevitable. El último dato oficial de pobreza (27,3%) es similar al que había cuando Mauricio Macri asumió y muy factiblemente el próximo dato traiga un notable deterioro. Sería muy aventurado creer que eso pueda revertirse en lo que queda de este año", analizó el economista Martín Trombetta.
La directora del CERX, Victoria Giarrizzo, resaltó que mañana el Indec informará un salto del desempleo en el cuarto trimestre de 2018 y planteó que "en lo que va de 2019 la situación empeoró". "El deterioro social va a continuar por lo menos hasta mitad de año porque no hay reactivación de la actividad. El Gobierno pone las fichas en el agro, que puede traer dólares pero no va a tener un impacto inmediato en la calidad de vida de la gente porque es un sector que no derrama enseguida", señaló.
Para Giarrizzo, "el deterioro será mayor en la pobreza que en el empleo porque hoy mucha gente que se queda sin trabajo empieza algún emprendimiento de subsistencia muy precario, que simplemente alcanza para llevar algo a la casa".
Por su parte, Trombetta sostuvo que la ampliación del gasto social que autorizó el FMI y el aumento del 46% de la AUH pueden dar algo de aire a los sectores más necesitados, pero "difícilmente compensen la caída en los ingresos laborales". Y lo cierto es que las asignaciones impactan más en la indigencia ya que la pobreza se explica más por lo que ocurre en el mercado laboral. "Es una situación social muy mala sin un final a la vista", concluyó el analista.
Fuente: BAE Negocios