La creación de empleos pierde fuerza

Diversos indicadores de actividad comenzaron a evidenciar signos de fatiga, fenómeno que se refleja en algunos casos en el reacomodamiento de los precios relativos, como se verifica en el caso de los valores de los activos financieros, y en otros en desaceleración del ritmo de crecimiento, como ocurre en la producción manufacturera y el empleo.

En el caso particular de este último, la información actualizada hasta mayo por el Ministerio de Economía dio cuenta que la nómina de trabajadores registrados por el Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJyP) ascendía a 6,46 millones de personas.

Ese nivel representó una disminución de 0,8% respecto del récord que había alcanzado en abril y significó además atenuar la tasa de aumento interanual de 7,6% que había acusado el mes previo a sólo 5,8 por ciento.

El análisis desagregado de los 21 sectores en los que la SIJyP informa habitualmente sobre la estructura ocupacional del país, la cual no incluye a 13 cajas provinciales, 29 municipales y 77 de colegios profesionales, permite advertir que la desaceleración de la capacidad de crear empleo por las empresas y organismos estatales fue generalizada.

Las excepciones fueron las industrias terminales automotrices y sus partes, como del fabricante de máquinas y artefactos para el hogar, que pudieron acelerar la tasa de crecimiento de los puestos de trabajo de 10,4 a 10,5% en el caso de las primeras y de 7 a 7,8% en las segundas.

Mientras que logró sostener el ritmo de incorporación de trabajadores “formales” la rama productora de alimentos, bebidas y tabaco, a razón de 4,5% por año.

Por el contrario, se registró “expulsión” de trabajadores en la actividad pesquera y servicios conexos, al punto que tras anotar un récord de algo más de 332 mil personas pasó a poco menos de 320 mil, con lo que retornó al nivel de enero y anotó la única caída interanual, 4,4%, entre los señalados 21 sectores de actividad.

Comportamiento muy dispar

El desempeño del empleo en las diferentes industrias, tanto manufactureras como extractivas y de servicios muestra que persisten notables brechas, que en alguna medida permiten advertir cuáles son las ramas que se muestran ahora como las más dinámicas, cuáles acompañan al promedio y cuáles acusan movimientos cercanos al crecimiento vegetativo de la población.

Entre el primer grupo se destacan la construcción y actividad inmobiliaria, la industria terminal automotriz y sus partes, la extracción de minerales y petróleo, que mantienen una tasa de crecimiento de la ocupación de personal de dos dígitos, y con valores cercanos al 10% la intermediación financiera, hoteles y restaurantes.

En la franja media, se agrupan a los fabricantes de máquinas y equipos, industria de logística en transporte y comunicaciones, el comercio la productora de metales básicos, alimentos y bebidas, derivados del petróleo y textiles.

En tanto que con valores modestos, inferiores a 3% de aumento interanual se escalonan las proveedoras de energía eléctrica, gas y agua, servicios sociales de enseñaza y salud, administración pública, industria de la madera y el sector agropecuario primario.

A nivel provincial también se percibe una evolución con notables disparidades (entre paréntesis la cantidad de puestos que aportan al SIJyP):

(Infobae)