La recaudación cayó 9% real en febrero y comprometió la meta fiscal
La recaudación tributaria cayó 9% real durante febrero y el dato complica un poco más las posibilidades del Gobierno de cumplir la meta fiscal con el FMI sin realizar un mayor ajuste del gasto. La sequía metió la cola y complicó las cuentas, ya que los derechos de exportación marcaron una contracción de 55,9% incluso en términos nominales. Sin esos ingresos, la recaudación logró mejorar apenas 82,3% interanual, siempre en lo nominal, lo que, frente a una inflación que superará el 100% en febrero, significó una contracción real fuerte. El IVA y el impuesto al cheque mostraron niveles similares a los de enero, lo que da cierta señal de estabilidad en el consumo. Desde Afip remarcaron que, sin sequía, la recaudación tributaria habría crecido incluso en términos reales.
En ese sentido, Afip afirmó que sin contracción impositiva por el lado externo, "la recaudación de febrero habría crecido un 109% en la comparación con igual mes del 2022. Comparado con una inflación de 101,3%, en caso de que el IPC de febrero totalizara en torno a 6% tal como proyectan las consultoras, se trataría de una mejora de la recaudación de 3,8% real. No fue el caso, porque tal como mostró Ciara-CEC ayer mismo a través de un comunicado, la contracción de la liquidación de los agroexportadores fue extraordinaria y llegó al 74%, redondeando el peor febrero desde 2004.
La gran dificultad aparece por el lado de las cuentas públicas. Tal como remarcó el presidente Alberto Fernández en la apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso, para el Gobierno es fundamental acercarse al equilibrio fiscal, para cumplirle al FMI y asegurar los desembolsos trimestrales de divisas y para darle al mercado una señal de consistencia macroeconómica.
La cosa no viene fácil porque, aunque el FMI concedió una nueva corrección de la meta de reservas, a causa de la misma sequía, desde el Ministerio de Economía ya adelantaron que el objetivo fiscal, que viene siendo el que más celo generó en las revisiones del Fondo, seguirá intacto. Ahí enero ya planteó un problema y en buena forma vino por el lado de la recaudación. En síntesis, el primer mes del año terminó con un déficit primario de $204.000 millones, que llegó a consumir en un sólo mes el 46% de una meta trimestral de $440.500 millones.
Si ya se iba vislumbrando un ajuste del gasto, en un complicado año electoral, el dato de la recaudación de febrero agrava los cálculos, con la mencionada contracción de 9,4% en términos reales.
El IVA volvió a dar señales estables acerca de los niveles de consumo total. En concreto, el IVA DGI pegó un salto de 134% nominal, lo que implicó una fuerte suba de 18,2% en términos reales. Un dato que mostró cierta continuidad respecto a la suba de 17,2% real que se registró en enero (en este caso con una inflación ya conocida, de 98,8%, la de febrero es una estimación a partir de lo que esperan las consultoras). Vale destacar que los números de febrero dan cuenta de los niveles de consumo del mes previo, en este caso enero.
Otro dato de consumo lo dejó el impuesto al cheque, que creció 101,1%, en línea con el IPC interanual que se proyecta para febrero.
Fuente: Diario BAE