Las empresas autopartistas piden que el 100% de las piezas de los vehículos armados en el país, sean de orígen argentino
La industria automotriz argentina comenzó a respirar luego de padecer la peor tormenta de los últimos años. En efecto, según datos difundidos el lunes por la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), durante septiembre, de las terminales salieron 54.000 autos, convirtiéndose en el mes con la mayor producción en lo que va del año.
De este modo, el sector se encamina hacia el final de la crisis, dejando atrás un tsunami que llegó a provocar desplomes mensuales de la actividad cercanos al 60 por ciento.
Sin embargo, a pesar de estos vientos de cambio que corren por la industria, una de las patas fundamentales de esta cadena industrial –la de los autopartistas- no se muestra optimista por esta luz al final del túnel.
Por el contrario: empresarios del sector aseguran que los beneficios de esta recuperación no se derramaron hacia todos los actores que intervienen en la producción de vehículos en la Argentina.
En este contexto, las dos entidades autopartistas de la Argentina avanzan a paso firme para que el Gobierno interceda y presione a las terminales instaladas en la Argentina para que comiencen a reemplazar componentes importados y así traccionar con mayor fuerza a la industria nacional.
iProfesional.com accedió a un documento que la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC) presentó hace pocos días a la jefatura de Gabinete y que muestra, justamente, la muy baja incidencia de las manufacturas con sello nacional en la fabricación de autos.
Paralelamente, la otra entidad del sector, Grupo PROA, que nuclea a empresas más chicas, hará lo propio el viernes próximo, cuando a la titular del Ministerio de Industria, Débora Giorgi, le alcancen su proyecto para que las piezas fabricadas en el exterior –principalmente en Brasil-, sean reemplazadas por similares “made in Argentina”.
Las negociaciones, hasta estos momentos, estaban estancadas. Tal como había adelantado este medio, a fines de mayo de este año hubo una cumbre que reunió a directivos de automotrices y autopartistas y que contó con el “arbitraje” del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
En ese entonces, cuando la fuga de capitales desvelaba al Gobierno, el funcionario se había fijado como objetivo reducir drásticamente el déficit comercial del sector –que en 2008 alcanzó la cifra récord de u$s5.400 millones-, dado que “aspiraba” dólares en momentos delicados para la economía. Incluso, llegó a advertirles a las automotrices que si no bajaban sus niveles de importación, podía demorarles componentes fundamentales en la Aduana.
Sin embargo, la urgencia de divisas pasó y no hubo mayores avances en el proyecto de integración automotriz. Es por eso que ahora, las autopartistas vuelven a la carga.
Radiografía de un auto hecho en la Argentina Antes que nada, ¿cómo se compone el valor de un auto que sale de una terminal nacional?
Según el documento de AFAC, hoy en día, por cada 100 pesos que cuesta un vehículo comercializado en el país, un 30% corresponde a utilidad, gastos y servicios –logísitica, marketing, etc.-; otro 50% son autopartes importadas. De este modo, apenas un 20% son componentes hechos en el país.
“El contenido local viene cayendo sistemáticamente desde principios de la década de los ´90. Si bien la industria automotriz hoy no es la misma y es cierto que se modernizó, vemos que está mucho más desintegrada y desarticulada que años anteriores”, se quejó uno de los principales empresarios del sector que pidió estricto off the record.
Así, por cada auto producido en la Argentina, se importan autopartes por unos u$s13.278 promedio. Esto implica un salto del 50% con respecto a los valores que se manejaban hace diez años.
Como contrapartida, una unidad construida en Brasil tiene un promedio menor a u$s4.000 en componentes del exterior.
“Esto significa que el contenido importado en la industria argentina es casi cuatro veces mayor al de nuestros vecinos”, disparó el empresario, tal como puede observarse en el siguiente gráfico:
Crónica de una crisis anunciada En este contexto, la pregunta que surge es ¿por qué se llegó a esta situación?.
Ante esto, el reconocido autopartista destacó que “las automotrices instaladas en el país tienen poco poder de decisión a nivel local. Todo se digita afuera y, obviamente, los intereses del exterior prevalecen mucho más que los de la Argentina”.
Sin embargo, aseguró que “acá no hay un solo factor. Son muchos”.
Al respecto, agregó que “tenemos una gran incertidumbre macro, por la situación actual del país, y otra micro. Las empresas de nuestro sector, por ejemplo, trabajan sin contratos y sin esquemas que les reconozcan los incrementos de costos. También hay subas sistemáticas y permanentes de costos, sobre todo laborales. A esto hay que sumar que una pieza nacional paga Ingresos Brutos y una importada, no. Son numerosas causas”.
Todos estos factores, aseguran, los sacan de carrera y les dificulta competir con las piezas que llegan del exterior.
Para agravar la situación, el informe de AFAC explica que las empresas se prepararon e invirtieron para trabajar en 2009 con una proyección de 700.000 vehículos. Sin embargo, crisis mediante, la industria cerrará con unas 490.000 unidades. De este modo, la capacidad de producción de estas empresas es un 40% mayor a lo que el mercado demanda.
Esto provocó que, los empleos directos pasaran de 62.300 en 2007 a 52.800 hasta el primer semestre de 2009. Es decir, se perdieron casi 10.000 puestos de trabajo.
Por último, a esto se suma la “novela” de los reintegros por exportaciones y créditos fiscales acumulados por otros conceptos –como IVA, Ganancias, Crédito sobre Impuesto al cheque, entre otros-. Según AFAC, el Gobierno les debe unos $440 millones a las 400 empresas del sector.
La propuesta En este contexto, la postura de AFAC es que se aplique una combinación de incentivos y condicionamientos para que la propuesta de mayor integración no quede en la nada.
De acuerdo a los puntos más destacados de la propuesta que la cámara autopartista le hizo al Gobierno se incluye:
* Elaboración de una normativa, complementaria a la existente, dirigida a incrementar el contenido de partes locales.
* Establecer líneas de financiamiento a terminales, en condiciones preferenciales, para localización de autopartes y desarrollo de proveedores locales.
* Perfeccionamiento de los mecanismos para controlar el cumplimiento del contenido mínimo local exigido por la normativa y reglamentaciones vigentes.
* Cambios en la aplicación de Ingresos Brutos para que no se discrimine a la producción local.
* Líneas de financiamiento a autopartistas acordes con las características del sector.
* Cumplir en tiempo y forma con los reintegros e IVA exportación o permitir compensarlo con otras obligaciones fiscales.
* Adecuación de los niveles de reintegros y/o eliminación de las retenciones.
* Implementar el libre acceso a la información sobre contenido local, relevada por las distintas áreas gubernamentales involucradas, preservando las condiciones de confidencialidad.
En caso de que prospere la iniciativa, desde AFAC estiman que ese 20% de piezas nacionales que conforman el valor de un vehículo nacional, podrán llevarlo, en no más de dos años, a un 30 por ciento.
Esto implicaría que en 2011 habría 15.000 nuevos puestos de trabajo.
“Es una proyección conservadora y totalmente realizable. Con un poco de decisión, tanto por parte del gobierno como de las filiales de las automotrices locales, esto es más que posible”, destacó el empresario.
La “necesidad” de monitorear a Brasil En lo que se refiere a las medidas de largo plazo, desde AFAC destacaron la necesidad de desarrollar “una política de Estado que otorgue un rol estratégico al autopartismo en el desarrollo industrial del país, con acciones concretas, para el desarrollo y consolidación del sector”, así como también, la “necesidad de monitorear el equilibrio de inversiones en la región”.
No es para menos, en Brasil, el principal socio comercial argentino y aliado estratégico en materia de industria automotriz –el 90% de los autos que se exportan tienen como destino ese país-, se está implementando un megaplan de inversiones que aumentará enormemente la brecha entre ambos complejos.
“Las principales terminales automotrices impulsan un nuevo ciclo de inversiones que ascienden a u$s8.000 millones para el período 2008-2010”, alertan desde AFAC.
Entre los principales proyectos, se destaca el de Fiat, que destinará buena parte de su paquete de inversiones de u$s3.200 millones para ampliar la capacidad de su planta en el Estado de Minas Gerais a 1 millón de vehículos, “convirtiéndose de esa manera en la mayor planta automotriz del mundo”.
Además, Volkswagen, General Motors y Ford invertirán u$s1.000 millones cada una para ampliar su capacidad de producción. En este contexto, destacan oportunidades de negocios perdidas, como el Proyecto GSV, de la estadounidense GM, que “iba a ser destinado originalmente a la Argentina”.
Un dato a destacar es que la producción de cualquiera de estas compañías supera el nivel de actividad de toda la industria automotriz argentina.
Más reclamos Paralelamente, este viernes los empresarios nucleados en Grupo PROA, entidad nucleada bajo la Asociación de Industrias Metalúrgicas (ADIMRA), también harán lo suyo, cuando se reúnan con la ministra de Industria, Débora Giorgi.
En diálogo con iProfesional.com, Julio Rodríguez, secretario de la cámara, explicó que “vamos por separado porque representamos intereses diferentes y tenemos problemas diferentes”, en referencia a que AFAC nuclea a autopartistas que hacen conjuntos o subconjuntos –como transmisiones-, mientras que las de Grupo PROA, hace pequeñas piezas, como pistones y bielas.
El plan que presentarán también apunta a sustituir autopartes importadas pero se enfocan especialmente en motores. La idea es bajarle cilindrada, incorporar más mano de obra local y poder sacar a la calle unidades que partan de los $25.000.
Según Rodríguez, el objetivo es se sustituya o mejore la actual ley que beneficia a las automotrices que compran partes nacionales, que prevé reintegros del 6 al 8% a las terminales que incluyan cajas, motores, transmisiones y matrices argentinos.
“Las terminales no lo están usando como debiera ser porque el Gobierno les debe millones de pesos en concepto de devoluciones de reintegros por exportaciones. Entonces, si el Gobierno no cumple, es lógico que tengan desconfianza sobre este régimen para alentar la incorporación de piezas nacionales”, disparó el directivo.(INFOBAE PROFESIONAL)