Las empresas piensan en modificar sus planes
Las expectativas por la finalización de la crisis internacional se entremezclan, en los ánimos de los directivos de grandes empresas instaladas en la Argentina, con las preocupaciones por cuestiones internas, como los controles de precios y las restricciones para operaciones de importación. Los desafíos que plantean tanto el frente externo como el interno, pero además el hecho de tener experiencia en crisis recientes -y haber aprendido de ellas la conveniencia de ser flexibles-, llevan a que el 64% de las firmas esté pensando modificar sus planes de corto plazo, en tanto que el 56% considera rever las estrategias para el largo plazo.
Los datos surgen de una encuesta realizada por la consultora KPMG. El trabajo se realizó en varios países, y en el nivel global reveló que el hecho de estar habituados a situaciones de crisis provoca mayor disposición a disponer cambios para aprovechar las posibilidades que puede ofrecer un momento crítico. "Cuando se les preguntó a los europeos si pensaban reorganizar sus estrategias, sus respuestas mostraron bastante reticencia; los que reaccionaron más favorablemente a programar cambios fueron los asiáticos, mientras que las empresas de América latina se ubicaron en un lugar intermedio entre esos dos grupos; entendemos que eso tiene que ver con las experiencias de crisis de cada región en los últimos tiempos", relató a LA NACION Lucio Giaimo, socio a cargo del área de impuestos de KPMG Argentina.
Según el informe, sólo 5 de cada 100 encuestados latinoamericanos dijeron no haber tenido la experiencia de atravesar una recesión. Entre los ejecutivos de Alemania, el 40% dio esa respuesta, mientras que en España y en Portugal, el 24 y el 20%, respectivamente, afirmó que no había pasado por tal experiencia.
La Argentina tuvo en la región uno de los índices más bajos de implementación de planes de reducción de personal. Dos de cada diez empresas admitieron haber tomado esa decisión para hacer frente a la caída de la actividad económica. Una medida tomada con mayor frecuencia fue la de reducir costos en la cadena de abastecimiento.
Entre las consecuencias de la crisis que los ejecutivos dijeron ver en la Argentina, una de las más mencionadas fue la presión por el flujo de caja: el 69% de las firmas mencionó la existencia de ese problema. Giaimo comentó que "hubo una respuesta bastante generalizada en cuanto a que se confía en que 2010 será el año en que se revertirá la tendencia negativa de la economía." (La Nación)