Las pymes textiles sufren las consecuencias de la caída de los gigantes de la industria

En las últimas semanas, referentes del sector textil como la brasileña Paquetá y Extreme Gear, licenciatarias de Adidas, anunciaron el cierre de sus plantas locales. A eso se suma el fuerte ajuste que está realizando Alpargatas, que desde el año pasado ha despedido a 500 trabajadores, el 15% de su plantilla total, y también ha bajado las persianas a algunas fábricas.

Más allá del impacto directo que tienen estas decisiones en el futuro de los empleados de esas compañías, la estrategia de achique también está golpeando fuerte a las pymes proveedoras del sector.

La fabricación de productos textiles arrojó una caída del 8,6% en mayo de este año respecto de igual mes de 2017, mientras que la utilización de la capacidad instalada se ubicó en 60%, 13 puntos por debajo de 2015, indica un informe de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA) y la Asociación de Industriales de la Provincia de Buenos Aires (ADIBA). En lo que respecta a los volúmenes exportados, alcanzaron 15.000 toneladas en mayo de 2018, 22,6% por debajo de las 19.000 toneladas de igual período de 2017.

Sin dudas, el crecimiento de las importaciones le pega fuerte a las pymes productoras. En el primer bimestre sumaron un total de u$s287 millones, lo que muestra un incremento del 24,7% con respecto a igual período de 2017. Por otro lado, las cantidades importadas presentaron una suba del 21%, al alcanzar 46.000 toneladas frente a las 38.000 toneladas del mismo período del año pasado.

Además, el crecimiento exponencial de las tarifas juegan su partido. En julio de 2018 se registraron nuevas subas que afectan en forma directa a las pymes textiles. Un 48,2% con relación a julio de 2017 en el valor de la nafta, clave en los costos logísticos que maneja el sector. Por otro lado, la energía eléctrica se encareció 67,5% en la Ciudad de Buenos Aires entre junio de 2018 e igual mes de 2017, según el Instituto Estadístico de la Ciudad, otra variable que impacta de lleno a la producción textil.

"Las expectativas del Gobierno con relación a la inflación estimada para 2018 se disuelven, todo indica que con suerte se ubicará en un 30% al finalizar el año. No lo digo yo, sino una encuesta realizada por la Universidad Torcuato Di Tella. Y si a esto le sumamos que, según el INDEC, los precios de las prendas de vestir tuvieron un aumento de 18,3% en junio de 2018 respecto al mismo mes de 2017, la situación se agrava cada vez más porque está claro que en un contexto de crisis económica la gente cuida su bolsillo y el consumo disminuye", explica Camilo Alberto Kahale, Presidente de la FEBA.

El directivo indica también que "el panorama es cada vez más complejo para la industria textil. Según estadísticas del Banco Central de la República Argentina, la financiación en cuenta corriente para las pymes en indumentaria trepó al 46,7% anual. De este modo se complica la cadena de pagos y se suma otro factor que resta competitividad al sector".

Fuente: Diario BAE