"Les pido humildemente que levanten el paro"

Con un marcado cambio de tono en el discurso, la presidenta llamó al diálogo con las entidades. En la lógica del gobierno se cumplió con la expectativa que había en el campo, un código con las entidades.

“Compañeros, compañeras, hermanos y hermanas, por un minutito nada más enrollemos las banderas, luego las desplegamos como siempre, como siempre…”. Así comenzó el discurso que pronunció Cristina Fernández de Kirchner durante una hora. Y aunque a muchos no parezca, esas palabras pueden sintetizar la lógica del gobierno desarrollada ayer en Parque Norte.

A decir verdad el tono del mensaje ―ampliamente criticado por soberbio el martes pasado desde la oposición, las entidades, y las cacerolas― cambió.

La presidenta pasó de “no me van a extorsionar” al “humildemente dialoguemos”. Puede que muchos productores que corten la ruta no lo entiendan así o que sigan creyendo que el mensaje mantuvo soberbia. Pero pensar de ese modo es desconocer la lógica del gobierno que guste o no eligió la ciudadanía.

Si el mensaje se circunscribe a un intento de resolución del conflicto desatado hace dos semanas, la línea discursiva que siguió cumplió con las expectativas que se habían generado desde el martes pasado, cuando sonaron las cacerolas frene a la Rosada.

Se habló de “soberbia” en el discurso del martes, por eso ayer se oyó la palabra “humildad” en boca de Cristina Fernández de Kirchner. Se criticó un discurso que conducía a la fragmentación, y la respuesta de Parque Norte fue a una convocatoria al “diálogo de todos los argentinos”.

Las mismas entidades del agro enviaron el mensaje en un comunicado que esperaban desde Casa de Gobierno, tres horas antes del discurso. Tal vez en una analogía con lo que aconteció dos días antes, cuando se resolvió el paro indeterminado, pero en sentido inverso.

La dirigencia ruralista solicitó a “las autoridades una instancia de diálogo que logre la reconciliación de los argentinos. Es nuestro compromiso que si esa mesa de concertación cumple con las expectativas de nuestras bases se suspenderán todas las medidas de fuerza”, firmaban CRA, SRA, FAA y Coninagro.

“Yo les pido, humildemente, como Presidenta de todos los argentinos y en nombre de todos los argentinos, que levanten el paro para entonces sí dialogar, levanten el paro. Humildemente, levanten el paro y vamos a dialogar”. Esa fue la respuesta de “las autoridades” que llegó tres horas más tarde.

Esas pocas líneas que la presidenta pronunció al minuto cincuenta de discurso, sobre el final, reflejan que el gobierno y especialmente la presidenta tomó nota de las críticas y exigencias que se le formularon por el discurso del martes. Fue la reparación que el gobierno pudo construir y mostrar, y de algún modo K el reconocimiento de un error.

Tuvo sabor a poco para la mayoría de los chacareros que esperaban en las rutas. Muchos hubieran querido que se precisaran medidas, y más aún que se rectificara la resolución de las retenciones móviles. Pero ese era el margen de acción para bajar decibeles al conflicto, y retomar el sendero de la racionalidad.

“Este discurso responde a lo que pedimos”, dijo Hugo Biolcati, vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina, luego del mensaje presidencial, y agregó: “creo que es el principio de la conciliación”. Con lo cual el círculo se cierra. Los otros cincuenta minutos del discurso, fueron para sentir que las banderas no estaban tan enrolladas. (EL ENFITEUTA)