Los Presidentes de Argentina y Uruguay se reunirán para debatir el futuro de Botnia
Alojado desde ayer en una vieja casona de Palermo, en la de sus "compañeros" del Frente Amplio adonde "aterriza" siempre, el presidente electo de Uruguay, José Mujica, viajó sorpresivamente a Buenos Aires, con su esposa, la senadora Lucía Topolansky. En medio de sus vacaciones y entremezclando encuentros con industriales argentinos que buscan inversiones en Uruguay, el electo mandatario será recibido mañana, a las 17 horas, por Cristina Kirchner, en la Casa de Gobierno, adonde seguramente se acercará la futura primera dama uruguaya, quien expresó varias veces su admiración por la presidenta argentina.
Según supo este diario de fuentes de la Rosada, el viaje de "Pepe" Mujica a este país es a medias sorpresivo porque ya se lo había anticipado a Cristina en el encuentro que mantuvieron a solas en Montevideo, el 8 de diciembre pasado, a poco de su triunfo en los comicios presidenciales. Fue en el marco de a cumbre de jefes de Estado del Mercosur, que tuvo lugar en la capital oriental. De ahí que el encuentro de mañana relativice bastante las versiones aparecidas ayer en la prensa uruguaya en el sentido de que daban por sentado que Mujica y Cristina buscarán ¿como se dijo- un "acuerdo definitivo" sobre el diferendo de las pasteras, como el levantamiento del bloqueo fronterizo que mantienen los asambleistas entrerrianos, con quien Mujica se reunió en secreto hace unas semanas.
En su habitual espacio radial, ayer Mujica blanqueó su viaje a Buenos Aires y causó un revuelo. Sobre el conflicto pastero aseguró que su país tenía que "lograr el mayor margen de acuerdo que favorezca una relación sana con Argentina". Habló de la "hermandad" entre los dos países, y de que "los gobiernos pasan y los pueblos quedan".
En el Gobierno señalaban ayer, que Cristina y Mujica hablarán sin dudas del diferendo pastero, pero que en diciembre ya hubo un acuerdo, que constó de varios puntos tendientes en primer lugar a descomprimir definitivamente la histórica tensión montada en torno a esta controversia, a través de situaciones paulatinas.
La principal, indicaron a este diario las fuentes consultadas es esperar el fallo del juicio que Argentina inició en los tribunales internacionales de La Haya contra Uruguay por la presunta violación del binacional Río Uruguay, que se emitirá alrededor de mayo. Mujica asumirá su cargo el 1 de marzo y se buscará dejar en el pasado la tensión que tuvo epicentro en las administraciones de Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez, que terminaron muy enemistados. Por cierto, la llegada de Cristina al poder, no implicó el final de la crisis pero terminó con los dardos verbales en público.
En ese contexto además, los dos países aprovecharan para el recambio de embajadores, en señal de que se viene una nueva etapa. Empezaron por el argentino Hernán Patiño Mayer, quien presentó su renuncia en diciembre, pero sus recientes elogios públicos a Mujica en el diario Perfil ¿que irritaron a la oposición oriental¿ aceleraron su salida, por la publicación de la misma en el Boletín Oficial.
Fuentes cercanas a Mujica confirmaron a este diario que el presidente electo llegó con su esposa en el Buquebus de ayer a la mañana, vía Colonia. Y sin dar detalles, agregaron que ayer mismo mantuvo encuentros con dos industriales argentinos que buscan hacer inversiones en Uruguay. (CLARÍN)