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Los científicos argentinos que viven en el exterior regresan al país

A pesar de que cerca de 7.000 científicos e investigadores argentinos trabajan en otros países, al menos 310 han regresado desde 2003 ante las nuevas oportunidades económicas y profesionales, según revela un artículo publicado por la Universidad de Wharton, Pensilvania, Estados Unidos.

"Estos cerebros, que habían emigrado desde 1970 sobre todo a Estados Unidos y Europa, fueron ayudados por el programa Raíces ( Red de Argentinos Investigadores y Científicos en el Exterior) , que depende de la Secyt (Secretaría de Ciencia y Técnica de la Nación )", explica la división Universia knowledge@wharton, de la presitiosa Universidad.

El programa cuenta con un presupuesto comprometido de 1 millón de pesos.

La mayoría de los especialistas que han retornado se han incorporado al Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas).

Pero este año un grupo de compañías nacionales de áreas como la informática, la ingeniería y la energía han firmado con el Gobierno un acuerdo por el cual la Secyt, que depende de la Cancillería argentina, se encargará de difundir los puestos más requeridos por estas industrias.

IBM es una de las pioneras que se integró a la iniciativa de la Secyt y de Raíces. La firma puso en marcha la iniciativa "Volvé a Casa", que tiene por objeto atraer a profesionales argentinos con talento que actualmente residen en el exterior.

"Desde la creación de Volvé a Casa se han recibido y analizado más de 160 solicitudes con sus respectivas entrevistas. Al día de hoy hay dos casos que están muy cerca de concretarse.

Se trata de recursos especializados en tecnologías Mainframe", cuenta a Wharton Massimo Macchiavello, Workforce Policy Manager, Governmental Programs de IBM.

¿Cuál es el atractivo de volver?

"Ahora es más atractivo volver a Argentina porque hay más presupuesto para ciencia y tecnología, más opciones laborales, más espacio y presupuesto en el Conicet, mejores sueldos, entre otros factores", resalta Agueda Menvielle, del programa Raíces.

El artículo destaca tres etapas que marcaron el éxodo de los argentinos. La primera, apunta, "comprende el período que cubre la década de los sesenta, en la que se plantea por primera vez el problema de la fuga de cerebros, como resultado de una demanda de recursos humanos por parte de países desarrollados.

La segunda, se enmarca en una coyuntura de dictaduras militares, mientras que la tercera etapa se produce en un contexto caracterizado por el incremento de la movilidad internacional de recursos humanos altamente calificados. Hubo también una ola emigratoria más reciente relacionada con la crisis económica que hizo eclosión en 2001.

Los desafíos

Sin embargo, Argentina está lejos de igualar los presupuestos anuales en ciencia y tecnología de otros países de la región y del resto del mundo.

Si bien las áreas de ciencia y tecnología del país reciben cada año mayores presupuestos (entre 2003 y 2007 se triplicó, al pasar de 760 millones de pesos -240 millones de dólares- a 2.008 millones de pesos -637 millones de dólares-), el país todavía está lejos de otros vecinos como Brasil y Chile, que destinan más de un 0,90% de su Producto Bruto Interno (PBI).

"El plan nacional es llegar a un presupuesto del 1% del PBI argentino para 2010. Vamos creciendo, ya que del 0,35% que teníamos en los últimos años, éste llegaremos al 0,70% del PBI", concluye Menvielle.

Fuente: iEco.com.ar