Los fabricantes textiles apoyan el modelo pero aspiran a un dólar más alto

Los empresarios del sector de la industria textil decidieron ponerse a la cabeza de la defensa del modelo productivo, alentados por un crecimiento del 24% en el primer semestre del 2010, aunque mencionaron una serie de complicaciones, como el retraso cambiario.

Con un discurso unificado, los empresarios que disertaron durante la sexta exposición Pro Textil no tuvieron reparos en mostrar su apoyo al modelo productivo iniciado en el 2003 con la presidencia de Néstor Kirchner.

Es que los cerca de mil industriales que se encontraban en La Rural tenían varias cosas para celebrar. Por un lado, durante el primer semestre del año la rama registró un crecimiento del 24% y un alza del 110% de la inversión. Para el 2010 proyectan además una inversiones por u$s304 millones, exportaciones por u$s650 millones y un 38% de los empresarios hasta piensa en ampliar su dotación de personal.

El presidente de la Fundación Pro Tejer, Pedro Bergaglio, hizo una airada defensa del plan económico que apuntaló la industria nacional; dijo que va a hacer “todo lo necesario” para que no se dé marcha atrás en el camino iniciado, y disparó: “Aquellos que renuncien a nuestra defensa nos encontrarán en la vereda de enfrente”.

Aldo Karagozian, CEO de TN & Platex y tesorero de la Fundación Pro Tejer, añadió: “No creo que nadie se anime a volver atrás y si esto ocurre vamos salir a la calle. No nos vamos a quedar quietos y por eso la industria debe seguir invirtiendo”.

En tanto, el presidente de la Cámara de la Industria del Calzado, Alberto Sellaro, indicó: “Desde el Gobierno se tomaron las medidas justas para cuidar los puestos de trabajo y agregar valor, con mano de obra argentina, y esos logros no se los vamos a regalar a nadie”.

En el mismo sentido, el titular de Adimra y ex presidente de la UIA Juan Carlos Lascurain festejó que desde la dirigencia se “esté pensando en una Argentina industrial”.

El dato gracioso de la jornada lo dio el secretario general de la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado, Agustín Amicone, quien pidió un aplauso porque en pleno predio de la Sociedad Rural se está dando una “expresión proindustria”. Risas y aplausos acompañaron la sugerencia.

Dificultades. En general, los empresarios elogiaron los logros del sector y reconocieron los beneficios que recibieron por parte del Gobierno, pero no todo fue color de rosa. Los industriales no omitieron hacer reclamos, pedir más medidas protectivas y cuestionar el tipo de cambio que, para más de uno, “está retrasado”.

Karagozian manifestó que si bien “es muy difícil que la producción le gane a la inflación, va a haber que administrar el comercio de una u otra manera”, con mayor “creatividad” para defender a la industria local y para que “cuando se agota una medida [como las licencias automáticas] se pueda crear otra”.

El presidente de RA Intertrading, Alberto Rabinovich, sostuvo que “es una época de rentabilidad acotada, pero es una cuestión cíclica”. Reconoció que “el impacto de la inflación se ve más en la factibilidad de la exportación que en el mercado interno”, porque explicó que “al subir los costos internos y con un dólar planchado, se hace más difícil competir en el exterior”.

En la misma línea se pronunció el presidente de Guilford Argentina, Eduardo Bohm, quien lanzó: “En un año electoral y con una inflación como la que hay, el tipo de cambio estable es un ancla de gravitación” para el sector.

Por otro lado, el presidente de CD Way, Daniel Cavazzani, opinó que actualmente “la inflación y el desabastecimiento” son los principales escollos que atraviesa la actividad.

Respecto del eslabón más débil de la cadena de valor de la industria textil, los asistentes coincidieron en que la confección es el que más problemas presenta.

Bohm sostuvo: “La confección es el nudo central de debate para consolidar el desarrollo del sector”.

Cavazzani coincidió: “Hay problemas con la confección”, dijo, y fue más allá: “Se necesita una política de Estado que determine por diez años que venga quien viniere acá se van a poder implementar lugares determinados para regenerar el oficio del costurero, con beneficios impositivos”.

En la misma línea, el director de Nubecita, Sebastián Reeves, afirmó que “la confección es un tema de debate y falta profundizar”, y evaluó que “es preciso conseguir subsidios para la creación de una escuela oficio”.

(El Argentino)