CRISTINA KIRCHNER
"Los jueces deberían comenzar a pagar Ganancias"
La presidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner, planteó ayer un tema que promete provocar un fuerte debate con el Poder Judicial: dijo que una de las “deudas de la democracia” es que “finalmente los jueces paguen” el impuesto a las ganancias por sus remuneraciones como magistrados.
“Nos falta todavía algo que debemos los dos poderes a los ciudadanos, tanto el Poder Judicial como el Poder Legislativo; esto es, que finalmente los jueces paguen el impuesto a las ganancias, como corresponde a todos los ciudadanos”, afirmó Cristina Kirchner en su discurso de renuncia a la banca de senadora por Buenos Aires. Sentado en una silla al pie del estrado de la presidencia de la Cámara alta, frente a su esposa, Néstor Kirchner escuchaba el encendido discurso.
El reclamo resultó llamativo por varias razones. Primero, porque lo formuló cuando faltan poco más de diez días para que asuma la presidencia, por lo que podría interpretarse como el anticipo de una de las medidas que pretende alentar cuando llegue a la Casa Rosada.
Segundo, porque lo hizo apenas dos días después de que la Corte Suprema fallara en favor de la actualización de las jubilaciones mediante la aplicación del índice general de salarios del Indec, lo que obligaría al Gobierno a hacer un importante desembolso.
La afirmación de la próxima presidenta sorprendió al Poder Judicial, donde el malestar fue evidente. Los jueces consultados por LA NACION dijeron que aceptarán pagar Ganancias siempre que no suponga una rebaja en sus sueldos. En caso contrario, advirtieron, recurrirán a la vía judicial para defenderse. Hasta ahora, la senadora no ha ejecutado acción alguna para impulsar una medida de ese tenor. Aunque hay en el Senado una docena de proyectos en ese sentido.
En rigor, la de ayer no fue la primera vez que la primera dama se expresó en favor de gravar el ingreso de los jueces con Ganancias. En abril de 2006, en una reunión de la Comisión de Asuntos Constitucionales, había manifestado su voluntad de iniciar el debate del tema. Fue una reacción a una acordada de la Corte Suprema que había ratificado la exención.
La oposición nunca se opuso a avanzar con la sanción de una iniciativa de esas características, amén de que el oficialismo tiene mayoría propia para aprobar cualquier iniciativa que cuente con el visto bueno del Poder Ejecutivo.
Según Cristina Kirchner, que los jueces no paguen ese impuesto "es una deuda que tiene la democracia", ya que uno de los principios fundamentales del sistema es el de la igualdad ante ley. En ese sentido, agregó: "El aspecto patrimonial, pagar impuestos, es algo más que un concepto económico; es un concepto de en qué mundo, en qué país, en qué sociedad quiere vivir uno y quiénes son los que tienen que sostener el funcionamiento de esa sociedad".
La presidenta electa ingresó en el recinto del Senado en silencio (vestía un tailleur lila pálido) y generó de inmediato el revuelo de todos los senadores, en particular los oficialistas, que se agolparon para saludarla.
En simultáneo, y por una de las puertas laterales a la presidencia del cuerpo, entró Kirchner. El turno del besamanos presidencial quedó para el final.
Recuerdos
En su despedida del Senado, la presidenta electa recordó cuando ingresó por primera vez allí, en diciembre de 1995, lo había hecho como "una disidente", dijo. Luego sostuvo que "en función de esta realidad que tenemos hoy y que hemos construido todos los argentinos, me voy de un Senado diferente del que vine", agregó.
Si bien eludió el discurso crispado, no se privó de reclamarle a la oposición que acompañe la calidad institucional que prometió generar a partir de "no adjetivar en términos personales"."En todo caso, que las impugnaciones, las discusiones, las críticas, que es bueno se hagan, sean a las políticas", dijo.
Por último, volvió a criticar a los medios de comunicación al afirmar que los políticos han "sido funcionales a los que tratan de construir una imagen en la sociedad de que los poderes del Estado, y fundamentalmente aquellos ámbitos donde están representados los partidos políticos, son ambientes de corrupción o de que se levantan manos porque sí".
En ese sentido, destacó como "curioso" que no haya participado el periodismo de investigación en la realización de la cámara oculta que mostró a empresarios intentando sobornar al diputado Héctor Recalde para que cajoneara el proyecto de ley de tickets que ayer debatió la Cámara baja (de lo que se informa en la página 9).
"Siempre hasta este momento los villanos de la película eran los funcionarios públicos, los dirigentes políticos. Por primera vez cuando alguien no es filmado desde el periodismo de investigación nos enteramos de que en la Argentina los que sobornan también a los funcionarios públicos son importantes empresarios", aseguró. "Esta es una manera de tener una mejor interpretación y decodificación de qué es lo que se muestra, cuál es la Argentina que nos quieren hacer ver y cuál es la real", concluyó. (LA NACIÓN)