MUNDO
Lula Da Silva: "Tienen que perder el miedo a convertirse en multinacional"
En 2003, el presidente Lula lanzó una fuerte arenga a los empresarios de su país: "Tienen que perder el miedo de convertirse en multinacionales". Años después, puede decirse que ya no quedan dudas de que el establishment brasileño se tomó esas palabras al pie de la letra.
Un ejemplo de esto lo dará la textil Companhia de Tecidos Norte Das Minas (Coteminas), cuyo dueño es José Alencar, ex vicepresidente de Brasil durante la primera gestión de Lula Da Silva.
La firma, que desembarcó en el país con la compra de Grafa, está a punto de anunciar una inversión de $500 millones para la construcción de una nueva planta industrial en la localidad santiagueña de La Banda.
Pero mientras Brasil internacionaliza su capital cada vez más como una forma de robustecer su estructura productiva, la Argentina se ha convertido en una extensión de esa misma internacionalización. Además de la inversión de Coteminas, otros grandes grupos brasileños siguen de shopping en el país.
Las últimas operaciones de compra de empresas locales cerradas por Camargo Correa (se quedó con Alpargatas) y la del frigorífico Marfrig (adquirió Quickfood) no hacen más que confirmar esto. Hoy por hoy, Coteminas tiene una facturación que ronda los u$s500 millones anuales.
Ecuación
Tanto a Coteminas como al resto de las empresas del país vecino las atrae la misma ecuación a la hora de desembarcar en la Argentina: un tipo de cambio más competitivo, bajos costos de mano de obra, una economía en fuerte crecimiento y las trabas a las importaciones desde Brasil.
Los ejemplos se multiplican en diversos sectores, incluso en algunos en los que tradicionalmente Brasil era más competitivo: textil, calzado, petróleo, cemento, carnes, siderúrgico, minero, químico y de maquinaria agrícola.
Santana en Chaco, Coteminas en Santiago del Estero, Santista en Tucumán, Picadilly en Saladillo, Paquetá en Chivilcoy y Dilly en Misiones, son sólo algunas de las compañías textiles que ya plantaron bandera en estas tierras.
Desembarcaron de a poco, pero hoy ya dominan la mayor parte del calzado e indumentaria deportiva. Y con la nueva operación de Camargo, que ya estaba en el país a través de la operación de Santista, los brasileños pasaron a detentar 60% del denim (la tela del jean) fabricado en el país.
En el caso de Coteminas hay que destacar que la firma aprovecha los beneficios fiscales que otorga la ley 6750, de promoción industrial para seguir invirtiendo en el país a fin de seguir estimulando la producción algodonera nacional, e incluso regional.
Según publica hoy un matutino porteño, el desembolso tendrá como objetivo apuntalar la producción de sábanas de algodón a partir del año que viene.
Cuando esta planta esté activa, Coteminas se convertirá en la principal empleadora del sector privado de Santiago del Estero, con la creación de 1.000 puestos de trabajo hacia el 2008 y unos 600 hacia fines de este año.
Producción
De acuerdo a la información suministrada por fuentes cercanas al grupo brasileño, la producción anual rondará los 100 millones de metros cuadrados de tela, una vez que la planta esté funcionando al tope de su capacidad.
"La idea es crear una nueva unidad de hilandería, una segunda tejeduría industrial en la Argentina para confeccionar sábanas de algodón", admitieron las fuentes.
El objetivo de este nuevo emprendimiento de Coteminas en el país es abastecer la demanda interna y la de los mercados de Brasil, Chile, Uruguay, entre otros países de la región, además de la de los Estados Unidos.
Hasta el momento, la compañía brasileña invirtió en la producción de hilados para la fabricación de toallas y en la compra de una de Santista Textil también ubicada en Santiago del Estero.
La firma se beneficiará con un retorno de hasta 30% de la inversión que realice a partir de su primera producción. Si se toma el máximo porcentaje de devolución que podría otorgar la provincia (30%), se le devolverán $17,2 millones sobre el desembolso proyectado.
Las inyecciones de dinero que Coteminas Argentina SA realizó desde que llegó al país en 2003, superarán los $208 millones a fin de este año. (Agrodiario)