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Impulsan nuevos cambios en el sistema de estacionamiento porteño
Antes de que finalice la primavera, las polémicas grúas que recorren algunas zonas de la Ciudad de Buenos Aires en busca de automóviles mal estacionados o que se encuentren en infracción pasarán a ser propiedad de tres y no de dos empresas como hasta ahora.
El enojo de los porteños ya no será entonces sólo contra las camionetas de Dakota y BRD (que operan en la calle con los nombres de STO y SEC, respectivamente), actuales encargadas del sistema pero que tienen sus contratos vencidos desde hace siete años. De todos modos, están habilitadas a presentarse nuevamente a pesar de tener también juicios cruzados por deudas y congelamiento tarifario con el municipio porteño. Ambas ocupan la concesión desde hace casi 20 años. Fue en 1999, durante la gestión de Carlos Grosso, que se firmó el contrato actual que ya venció pero que sigue vigente gracias a una prórroga obtenida por las empresas en 2005.
Con el objetivo de normalizar la situación, la administración porteña ya inició los trámites para convocar a una nueva licitación que dividirá en tres las zonas (hoy son dos) y que también modificará el costo de la tarifa y los mecanismos de utilización de este tipo de estacionamiento tarifado. La idea de los funcionarios es adjudicar el nuevo esquema de grúas y tickeadoras a mas tardar en octubre próximo, según confirmaron a El Cronista fuentes cercanas al jefe de Gobierno, Mauricio Macri.
Con este fin, el Ente Único Regulador de los Servicios Públicos de la Ciudad de Buenos Aires que preside Lisandro Ferrali convocó a una audiencia pública para el jueves 15 de julio con el objeto de debatir el nuevo pliego de concesión. Si bien los documentos recién se conocerán a partir de mañana, el propio Ferrali aclaró que desde el organismo que orienta pedirán una suba de la tarifa y limitaciones a la cantidad de horas que un automovilista puede usar este tipo de estacionamiento.
Actualmente, la hora cuesta $1.40 y existe un límite máximo de cuatro horas que, sin embargo, es renovable hasta las 21 horas en que finaliza el pago diario. “Así como está fomenta el ingreso de vehículos y subsidia el precio del estacionamiento de quienes lo usan frente a los automovilistas que pagan una playa más cara”, advirtió Ferrali quien agregó que el sistema “debe ser usado por quienes vienen al macrocentro a hacer un trámite y se quedan un par de horas nada más”. Por eso propone limitar a cuatro horas el uso de un mismo auto, modificando las tickeadoras para que el conductor esté obligado a incluir la patente del auto para imprimir el ticket de pago.
El nuevo pliego también contemplaría un incremento del canon que hoy es de $ 20.000 mensuales por cada empresa siendo que entre las dos facturan cerca de $3 millones por mes.
(El Cronista)