Macri logró un inesperado respaldo empresario a pesar de la incertidumbre por el acuerdo
El presidente Mauricio Macri participó ayer de un encuentro con 56 cámaras empresarias y varios ministros de su Gabinete. Se trató de la primera discusión, previa a las futuras reuniones que mantendrá el Gobierno con cada sector, acerca del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur. Se buscó de esta forma testear el consenso del tratado entre los empresarios. Si bien se expresaron preocupaciones y se realizaron cuestionamientos acerca de la imposibilidad de pensar en competir con Europa en una coyuntura de inestabilidad macro como la actual, las respuestas fueron positivas.
La reunión arrancó con palabras del presidente de la UIA, Miguel Acevedo, quien minimizó la idea de que sean largos los plazos, de alrededor de 2 años para que los parlamentos aprueben el acuerdo y hasta 15 años más para que caiga la protección arancelaria. Instó a comenzar a trabajar con velocidad. Tanto en la competitividad hacia adentro de las puertas de las fábricas como en las políticas necesarias para abandonar la imposibilidad de competir que impone la coyuntura macro inestable actual.
Luego fue el turno del presidente de la SRA, Daniel Pelegrina. Después habló el presidente de Adefa, Luis Pelaez Gamboa. En ese momento tuvo su participación Macri, quien repitió algunos de los conceptos que ya había comunicado públicamente. Al terminar de hablar abandonó la reunión y fue el turno del canciller, Jorge Faurie, y luego el del ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica.
Más tarde hicieron preguntas algunos sectores sensibles que expresaron sus preocupaciones y dudas. Ahí se destacaron las participaciones de la vicepresidente de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Córdoba (CIMCC), Isabel Martínez; Martín Berardi, de la Cámara Argentina del Acero (CAA) y los representantes de CAME.
Lo que más tranquilizó a los empresarios fue que los plazos para la apertura, mediante la baja a 0% de los aranceles, son relativamente largos. Sectores sensibles como el de calzado y los autos quedarán expuestos recién 15 años después de la aprobación parlamentaria. Acerca de otro punto que genera muchas dudas, el de la posibilidad de una triangulación por la cual un producto se realice mayormente en China y se exporte, por ejemplo, desde Italia, el Gobierno afirmó que en el acuerdo se utilizaron las reglas que se plantearon en las distintas mesas sectoriales previas.
Quedó, justamente, la promesa de que el encuentro fue el primero de varios, que en el futuro ocurrirán ya en forma más sectorial. Justamente, otro punto que tranquilizó a los empresarios fue que se respetarán los acuerdos sectoriales acerca de los requisitos de origen para las importaciones, es decir, qué determina que un producto pueda ser considerado europeo.
Fuente: BAE Negocios