Mar del Plata tiene su propia "Salada"
La Peatonal San Martín, uno de los centros comerciales por excelencia de Mar del Plata, está plagada de negocios que venden ropa deportiva, del estilo "La Salada", a precios notoriamente inferiores que los que se encuentran en las casas más conocidas. En algunos productos, los valores son cuatro o cinco veces más bajos. Y como la gente se guía por el bolsillo, la mayoría de estos negocios, que abren a las 8 de la mañana y cierra después de las 12 de la noche, están casi siempre llenos.
¿Qué se puede encontrar? Hay remeras por $ 20, con diseños similares a los de las casas oficiales de Adidas o Nike. Pantalones cortos por $ 15, musculosas de $ 10 y camperas con diseño retro a partir de los $ 35. Tienen logos y hasta etiquetas similares a los de fábrica. ¿Y la calidad? "Yo les miro las costuras y si están bien las llevo", dice Silvia Gauna. "Por ahí no duran tanto como ’las otras’ -dando a entender que el producto que lleva no es original—, pero por el precio que tienen me puedo comprar 5 y me terminan durando la misma cantidad de tiempo", razona.
En la segunda cuadra de la San Martín está el Shopping Peatonal, en donde hay más de 50 locales de este tipo. También es otro de los puntos en donde se concentra la oferta de estos artículos. A pesar de la amplia oferta, el regateo cuesta, como si los precios no pudieran ser más bajos (o quizás no dominemos el arte de lograr un descuento).
En la feria de la Bristol, la circulación de gente en los pasillos es una imitación a escala de lo que sucede con el tránsito. Silvia Picco vino el lunes desde Rafaela y se queda hasta el 15. Analiza una camperas deportivas con el logo de Reebok ($ 35) y le pregunta a la vendedora por la calidad de la tela. Su marido compró dos shorts de la marca de las tres tiras (nunca mejor usado el slogan para designar este producto) por $ 50. Noelia, al frente del negocio, dice que la gente compra mayormente "cosas para la playa". Como Miriam Ibarra, que junto a su hija Jaqueline se llevaron un par de ojotas por la módica suma de $ 10.
De a poco, el lugar que antes ocupaban los artesanos ahora está copado por estos negocios. También hay venta de anteojos, con las etiquetas de RayBan o Dolce& Gabbana, por $ 20, CD’s de música y DVD’s con películas o series.
Los comerciantes se quejan y dicen que recién en los últimos dos días empezaron a vender a pleno. Pero el lamento suena poco creíble: la mayoría de los comerciantes de la ciudad soñaría con tener semejante cantidad de público en la puerta de sus negocios.(Clarín)