Más de 800 mil personas podrán ahora acceder al derecho de una jubilación
Tras tres meses de parálisis, la Cámara de Diputados se hizo finalmente del quórum para sesionar y convirtió en ley el plan de pagos de deuda previsional y el programa de informatización y digitalización de las historias clínicas. Fue en tiempo de descuento y con una mayoría justa —129, ni uno mas ni una menos— que hizo transpirar a la bancada oficialista. En un debate caldeado, con cruces que llegaron hasta los palcos (y un pedido de expulsión que terminó a los gritos), el Frente de Todos logró sancionar la moratoria previsional con 134 votos a favor y 107 en contra gracias al acompañamiento del Interbloque Federal, Provincias Unidas y la izquierda. Juntos por el Cambio, que bajó al recinto una vez habilitada la sesión, terminó unificando postura y, a diferencia de lo que sucedió en el Senado, todo el interbloque votó en contra. No fue, sin embargo, una postura cómoda para el radicalismo, que vio menguar sus filas al momento de la votación.
Llamadas contrarreloj y gritos: la previa de la sesión
Mensajitos ansiosos que se preguntaban por la ubicación exacta de diputados que venían retrasados, conversaciones apresuradas con autoridades provinciales que se demoraban en indicar a sus alfiles sobre si dar o no quórum, llamadas con funcionarios nacionales que, hasta último momento, todavía estaban intentando convencer a legisladores opositores: la previa de la sesión estuvo marcada por la incertidumbre respecto a si, luego de dos intentos fallidos, el Frente de Todos lograría conseguir o no el quórum. Recién a las 10.55, cuando el Alejandro "Topo" Rodríguez y Graciela Camaño entraron al recinto para sumarse a sus compañeres del socialismo —Mónica Fein y Enrique Estévez— que la bancada oficialista pudo respirar con cierto alivio. "Les gusta hacernos sufrir", se quejó un diputado oficialista, minutos después. Finalmente, gracias al acompañamiento también de les cuatro diputades de izquierda y los cuatro de Provincias Unidas, el FdT logró llegar al número requerido para habilitar la sesión, 129 legisladores sentados en sus bancas, y consiguió cerrar las sesiones extraordinarias con dos leyes sancionadas.
Mientras tanto, tanto las calles como los pasillos del Congreso estaban repletos de militantes sindicales y sociales que venían impulsando la sanción de la moratoria. Antes de que comenzara el debate, incluso, el recinto se vio revuelto ante la presencia en los palcos de Carlos Ortega, lider del sindicato de trabajadores de la ANSES. La oposición puso el grito en el cielo, acusándolo de ser el responsable de cubrir las oficinas del organismo con afiches que los escrachaban por no haber dado quórum para aprobar la moratoria previsional. Hubo tantas protestas y pedidos de expulsión que, cuando el griterío parecía que se iba a desmadrar, Ortega terminó optando por abandonar el recinto.
La sanción de la moratoria previsional
"Este es un proyecto que busca que las cerca de 800 mil personas que han quedado por fuera de la posibilidad de acceder a una jubilación puedan hacerlo. Todos sabemos que en la Argentina hay un gravísimo problema de informalidad laboral, que hace que muchos ciudadanos que llegan a la edad de jubilarse no tengan los años de aportes", comenzó exponiendo Carlos Heller, quien, si bien admitió que la medida era "un parche", se adelantó a las críticas opositoras sosteniendo: "Mientras se resuelven los problemas de fondo los parches son mecanismos adecuados para que las personas no queden por fuera de la protección del Estado".
La ley, que fue aprobada con 134 votos a favor y 107 en contra, contempla un plan de pagos al que podrán acceder aquellas personas que cumplieron la edad jubilatoria pero no tienen los 30 años de aportes exigidos. Permite, además, que las personas a las que todavía le quedan 10 años para jubilarse puedan ir adelantando los períodos faltantes: "Además de solidario, recupera un espíritu eficiente", destacó la camporista Marisa Uceda. El proyecto había sido redactado por les senadores Anabel Fernández Sagasti y Mariano Recalde, por lo que desde un principio fue considerado como un "proyecto de La Cámpora". Esto explicó, por un lado, la presencia en los palcos de la titular de la Anses, Fernanda Raverta, pero también el hecho que Máximo Kirchner decidiera dar también un discurso por primera vez en mucho tiempo.
"Lo mejor que está pasando hoy es que 800 mil argentinos y argentinas van a poder pelear mejor el día a día", señaló el presidente del PJ bonaerense, que aprovechó también para referirse a los afiches de la Anses: "Si alguno se sintió mal es entendible. También es un poco de empatía. Si uno se siente mal por ver su cara en un cartel, imagínense como nos sentimos muchos de nosotros cuando gatillaron en la cabeza de la vicepresidenta", afirmó, entre los aplausos de sus compañeros de banca.
Si bien el titular de la bancada oficialista, Germán Martínez, aprovechó para agradecer a les diputades de la oposición que habían permitido la aprobación de la ley, más de un diputado oficialista le cuestionó a JxC su decisión de no habilitar el tratamiento de ninguna ley (ni siquiera las que acompañaban). "Quiero decirle a los paladines de la República que es profundamente antidemocrático no sentarse a trabajar y dejar que los trabajadores que necesitan una jubilación sean rehenes de los caprichos de JxC", sostuvo Gisela Marziotta.
JxC, mientras tanto, cuestionó el supuesto déficit que la medida generaría y, de paso, aprovechó para reivindicar la pensión universal que se sancionó durante el gobierno de Macri (que representa solo un 80 por ciento de la jubilación mínima). "Es innegable que con las moratorias hubo incremento en la cobertura previsional y eso es positivo. Pero trae dos problemas: el de la equidad contributiva y un enorme problema fiscal", señaló Alejandro Cacece (Evolución). El radicalismo, finalmente, terminó votando en contra del proyecto junto al PRO, pero no fue una posición cómoda para muchos. Más de uno, incluso, prefirió ausentarse al momento de la votación.
"Dejemos de emparchar y dejémosla con el plan de ’esperemos a que pase diciembre’. Discutamos hoy una reforma previsional sostenible y equitativa. Discutamos hoy la reforma laboral, que las PyMEs tienen miedo a tomar a personas formalmente por los juicios laborales", sostuvo, por otra parte, María Eugenia Vidal, en clave electoral. "Regalan jubilaciones", "buscan redistribuir la pobreza", "es un mecanismo electoral": fueron otras de las premisas sostenidas durante las más de cinco horas de debate.
En un momento, Rodrigo De Loredo se puso a contar que conocía a una ama de casa que vivía en un country de Córdoba que nunca había aportado y utilizaba su jubilación "para pagar sus clases de yoga". Fue Myriam Bregman la encargada en responderle: "Mi mamá trabajó desde los 9 años limpiando casas y cuidando chicos. ¿Alguien puede decir que no trabajó? ¿Que no aportó porque no quiso? Muy linda la anécdota de los countries pero hay otros que venimos de otros lugares".
Una vez que se votó y se sancionó la ley, desde los palcos y entre las bancas del FdT se entonó la marcha peronista. La macrista Silvia Lospennato se indignó y le reclamó a viva voz a la presidenta de la Cámara, Cecilia Moreau: "Esto no es una cancha de fútbol así que le pido que reestablezca el orden", dijo sin éxito. En cambio, una exultante Raverta, dijo que "había una dificultad para estas personas que cumplían la edad de jubilarse, a nosotros nos gusta resolver problemas y en eso estamos".
Sanción informatización historias clínicas
Tras la sanción de la moratoria previsional, la Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto que crea un “Programa Federal Único de Informatización y Digitalización de las Historias Clínicas de la República Argentina”. La iniciativa, que pretende instaurar un Sistema Único de Registro de Historias Clínicas Electrónicas, fue aprobada por 227 votos a favor y 2 en contra. Solo los libertarios Javier Milei y Victoria Villaruel se opusieron a la sanción de la ley.
"Este programa tiene por objetivo final que todas las provincias, y que todos los subsistemas tengan accesibilidad segura y confiable de nuestra historia clínica, pero por sobre todo que cada uno de nosotros y nosotras podamos disponer de ella", destacó la socialista Mónica Fein, una de las principales impulsoras de la iniciativa.
Fuente: Pagina 12