ECONOMÍA
Mastellone comienza a pagar su deuda y reactiva planes de inversión
A poco más de un mes de haber cerrado la restructuración de su deuda, la empresa láctea comenzó a pagar a sus acreedores el monto en efectivo correspondiente a los intereses impagos en diciembre de 2009 más otros u$s 11,5 millones a cuenta de su deuda. La firma comunicó ayer la novedad a la Bolsa de Comercio La promesa del desembolso en efectivo que Mastellone completó el viernes endulzó a sus acreedores para que aceptaran postergar en un promedio de cuatro años, el cobro de sus bonos y préstamos. Así, el grueso del pasivo, de u$s 167 millones, se refinanció hasta 2018.
La fórmula le permitió sortear el default y correrse del camino que la llevaba a una venta segura. Su pasivo está compuesto por deuda contraida con bancos como el Bank of America y el Santander, a tasa variable con amortizaciones semestrales hasta 2011 (por u$s 40,8 millones); ON‘s en manos de bonistas con vencimiento en 2012, (por u$s 166,7 millones) y deuda a tasa fija con vencimiento en 2013 (por u$s 15 millones).
En forma paralela, la empresa también continuará con un agreviso plan de negocios basado en el lanzamiento de nuevos productos, con el fin de optimizar la mezcla de ventas y mantener el liderazgo alcanzado en el sector, además de aprovechar la superior disponibilidad de materia prima láctea.
Según la ingeniería de restructuración a cargo de Merrill Lynch, la firma cancelará su pasivo con una combinación de desembolsos en efectivo y una nueva deuda sin quita. La primera se terminará de pagar en 2015, mientras que las ON se postergaron hasta 2018.
Tras un proceso que duró cinco meses, que incluyó cuatro postergaciones del vencimiento de aceptación de ofertas, la dueña de La Serenísima obtuvo una masiva adhesión al proceso de reestructuración por parte del 98% de sus acreedores. Esto le permitió sortear la aprobación judicial al proceso de Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE).
En los últimos años, el sistema lácteo argentino estuvo jaqueado por limitaciones a las exportaciones, precios topes para los envíos al exterior y férreos controles de los productos básicos en el mercado interno.
Tras varios ejercicios con números en rojo, en 2009 el balance anual de Mastellone reflejó un resultado positivo de $54,9 millones contra pérdidas por $ 265,2 millones en 2008.
Entre las situaciones que permitieron el desahogo, la empresa esgrime el “mayor nivel de actividad posibilitado por la mayor disponibilidad de materia prima láctea”, además de la reducción de los inventarios iniciales, junto con el lanzamiento de nuevos productos, y la “normalización de la relación entre precios y costos, facilitada por una leve reducción en el precio de la materia prima láctea”.
Mastellone es líder en el mercado de leches fluidas a nivel nacional a través de La Serenísima. Sin embargo, esta marca también es reconocida en el segmento de yogures y postres, negocio que en 1999 Mastellone le vendió casi totalmente a la francesa Danone, socia también en la distribución.
La empresa cuenta hoy con 5.000 empleados y facturó $ 3.200 millones en 2009. Tiene seis plantas industriales en el país, la más grande en General Rodríguez, Buenos Aires, y una capacidad de procesamiento de 4,8 millones de litros diarios de leche. (El Cronista Comercial)