Moody’s catalogó a la recompra de deuda externa como un nuevo default
La calificadora de riesgos crediticios Moody’s consideró como default a la recompra de deuda por USD1.000 millones anunciada por el Ministerio de Economía. Vale destacar, en ese sentido, que según la definición de la firma, default no es sólo un incumplimiento en un pago, sino que también le ponen esa etiqueta a cualquier acción que desemboca en un pago considerado como "doloroso", que se realiza para achicar el peso de las obligaciones y que desemboca en que los acreedores reciban menos dinero que el nominalmente señalado. Se trata, así, de una definición amplia.
La palabra clave usada en un nuevo comunicado de Moody’s fue distressed, que se puede definir como angustioso o doloroso. Para la empresa, actor clave del mundo financiero, la recompra de deuda representa un intercambio doloroso y que ocurrió por la escasez de reservas que enfrenta la economía local, lo que, según su definición de manual representa una condición suficiente para considerarlo como un default.
La firma neoyorquina señaló: "Consideramos a la recompra como un intercambio doloroso y, por lo tanto, un default, según nuestra propia definición. Los bonos se están recomprando a niveles dificultosos y darán como resultado un pequeño ahorro a mediano plazo, sobre el principal, que comenzará a amortizarse en 2024. Como sea, la operación será a costa de más escasez de unas divisas que presionan a las finanzas externas del país, mientras se hace poco por mejorar la capacidad de pago del soberano en 2024 y más allá".
En ese sentido, se destaca que la definición del manual de definiciones de Moody’s señala como situación de default a cuatro situaciones posibles: la primera es la obvia, el imcumplimiento de un pago de capital o intereses; la segunda es una declaración de quiebra por parte del emisor de la deuda, generando la probabilidad de demorar el pago; la tercera es, justamente, un intercambio "doloroso" mediante el cual el emisor ofrece una deuda reestructurada por menos valor que el prometido inicialmente; y la cuarta es un cambio en las condiciones de pago que busca evitar que el deudor caiga en un incumplimiento, como un cambio de moneda de denominación.
Además, el manual, que apareció citado en el propio comunicado de Moody’s, explica el sentido de la definición amplia de default, centrado en la chance de predecir incumplimientos futuros: "Incluimos intercambios dolorosos en nuestra definición de incumplimiento para capturar eventos crediticios en los que los emisores incumplen sus obligaciones pero no se declaran en bancarrota ni dejan de pagar capital o intereses. Moody’s analiza y evalúa la probabilidad de incumplimiento futuro".
Además, Moody’s cuestionó el uso de unas reservas escasas, incluso cuando las menores importaciones de energía puedan permitir algún ahorro: "Los inversionistas, tanto domésticos como extranjeros, cuestionan el uso de divisas en un contexto de restricción de liquidez externa y la expectativa de una disminución de las entradas de moneda extranjera debido a las menores exportaciones agrícolas, por la severa sequía".
Fuente: Diario BAE