Para el Gobierno la industria solo cayó el 0.4%
Aunque el Gobierno se empeña en disimular la crisis que sacude a la industria, hasta el INDEC debió admitir ayer la tercera caída mensual consecutiva de la producción fabril. Según el organismo intervenido desde hace dos años por Guillermo Moreno, la industria produjo en marzo un 0,4% menos que un año atrás. Y acumula una pérdida del 2,3% en el primer trimestre del año. La caída es diez veces inferior a la que acusan la Unión Industrial y las consultoras privadas, pero no tiene antecedentes desde mediados de 2002. Las más afectadas son la fabricación de autos y de acero, que generan el mayor valor agregado por el sector.
La confesión a medias del INDEC llegó inoportuna, justo el día después de que Néstor Kirchner saliera al cruce del Fondo Monetario por sus críticas a las estadísticas oficiales y su pronóstico de que la actividad económica caerá un 1,5% en el año. El jefe del PJ dijo que la entidad “nunca va a decir que la Argentina está bien” porque “ya no tenemos políticas que hambrean al pueblo argentino como ellos querían”.
Destacó que la economía sigue creciendo y en plena recuperación. Pero no habló del acercamiento con el Fondo que gestionan en secreto a sus espadas en el Ministerio de Economía.
El INDEC adjudicó el derrape industrial al rubro textil, cuya producción cayó en marzo un 18,2% frente a un año atrás; a la refinación de petróleo, que bajó un 6%; al complejo de metales básicos, que se derrumbó un 39,1%, y a las terminales automotrices, que produjeron un 18,8% menos.
Para disimular esas caídas en el promedio general, sin embargo, el ente estadístico apeló a un truco que ya había usado en los dos meses previos: inflar subas inexistentes en los demás renglones industriales (ver recuadro).
Así la industria de alimentos exhibió en los papeles una disparada del 21,9% frente a marzo de 2008. En febrero la habían “impulsado” los ingenios azucareros y esta vez fueron los frigoríficos, con un crecimiento inédito del 79,9 por ciento.
La excusa oficial fue que la comparación se realizó con el primer mes de la pelea por las retenciones que paralizó al campo.
Otro de los segmentos que el INDEC consideró inmunes a la crisis fue el fabricante de papel y cartón, donde calculó un crecimiento del 8% en el mes y del 7,5% en el primer trimestre.
La cifra contradice la realidad de papeleras emblemáticas como Massuh, para la cual el propio Gobierno gestiona un salvataje que evite la quiebra. Una alta fuente del Ministerio de la Producción, además, reveló a Crítica de la Argentina que los demás empresarios del rubro le pidieron frenar las importaciones para evitar despidos por el frenazo de la demanda.
En Brasil, la principal potencia industrial sudamericana, el gobierno de Luiz “Lula” da Silva reconoció un desplome del 17,2% en la actividad en las fábricas. Por disimular el impacto local de la crisis, el de los Kirchner podría verse complicado en las próximas semanas para defender las barreras que levantó contra los productos importados desde allí.
El principal argumento para que Lula avale las restricciones argentinas es la defensa del empleo.
Los dueños de las fábricas decidieron por eso confrontar con el INDEC y publicar sus propias cifras. Así la UIA estimó que en febrero la caída fue del 12,2%, frente al 1,1% oficial. Su objetivo es contener las demandas de recomposición salarial de los obreros y defenderse a la vez de los competidores extranjeros. El Ministerio de Trabajo se empeña en frenar cualquier atisbo de despido o suspensión a cambio de subsidio estatal.
El nuevo jefe de la UIA, Héctor Méndez, defendió su propia medición al asumir la semana pasada al frente de la central patronal. “Si no puedo plantear los problemas de mi sector ni decir cómo anda, mejor me voy a mi casa”, ironizó.(CRÍTICA DIGITAL)