Pascual Mastellone prepara su retiro al frente de La Serenísima

Siguiendo los pasos de Gregorio Perez Companc y Santiago Soldati, otros dos empresarios argentinos que anunciaron su jubilación este año, Pascual Mastellone comenzó a preparar su retiro del negocio lácteo.

Accionista mayoritario y casi fundador del grupo que lleva su apellido y cuya marca estrella es La Serenísima, Don Pascual, decidió que era hora de trabajar un poco menos en Mastellone Hnos., holding que comanda desde hace varias décadas. Y junto a sus hermanos José y Victorio, anunciaron ayer una recomposición accionaria que, en la práctica, significa iniciar la salida definitiva de los tres del control diario del principal grupo lácteo del país con ventas $ 2.500 millones anuales y casi 5 millones de litros diarios.

El convenio, que fue anunciado a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, tiene como objetivo ejecutar un plan de reordenamiento societario que se venía analizando desde hace dos años y que ahora se aplicará para profesionalizar la sociedad.

El plan contempla el traspaso de las acciones de Pascual Mastellone y sus dos hermanos a un grupo de herederos, todos familiares de sangre o políticos que pasaron a controlar en conjunto el 67% de la dueña de La Serenísima. El 33% restante está en manos del fondo Dallpoint Investments, representado en el país por Carlos Agote.

Para la sucesión de Pascual Mastellone, el convenio especifica que “se buscará un profesional con las capacidades técnicas necesarias para que se haga cargo de la Dirección Ejecutiva, fijándose las condiciones básicas que deberá reunir”.

Actualmente, el número dos del grupo es José Moreno, mientras que Osvaldo Uhrich ocupa el cargo de gerente General y el ex Brahma, Carlos Bembhy, lidera el área logística. De todos modos, en el acuerdo se aclara que Mastellone seguirá ejerciendo el cargo “hasta que disponga lo contrario”.

Hace tres meses, más precisamente el 7 de agosto pasado, Don Pascual cumplió 80 años. Ese día organizó un importante evento, el que aprovechó para desmentir su retiro y sostener que se retirará recién en 2018 “cuando hayamos terminado de pagar hasta el último centavo de la deuda”. Se refiere al proceso de reestructuración de una deuda por u$s 225 millones en Obligaciones Negociables que casi lo obliga a vender la compañía a un grupo extranjero.

Quizá, teniendo en cuenta ese horizonte de 2018 es que el acuerdo de accionistas establece la misma fecha para que sus herederos dejen sus puestos o tengan alguna vinculación comercial con el grupo para poder convertirse en accionistas.

Además, se establece que los tres hermanos seguirán teniendo derechos políticos de manera vitalicia sobre sus acciones que donan a sus herederos y que mantendrán sus cargos en el directorio también de por vida “para asegurar la consecución de los objetivos de largo plazo propuestos”.

Otro de los puntos importantes del convenio es la mayor participación que tendrá el fondo Dallpoint en las decisiones del grupo. Tanto las resoluciones de asamblea como para varias decisiones importantes que se tomen deberán tener la aprobación de los representantes del fondo. Entre estos asuntos se destacan la reforma de los estatutos, rescate de las acciones, aumentos de capital.

(El Cronista)