Piden reactivar las exportaciones para liberar las ventas de trigo

En el día de hoy el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, volverá a recibir a la Comisión de Enlace del campo, que insistirá en su pedido de liberar las exportaciones para reactivar el mercado del cereal, que sigue paralizado. Mientras se está terminando de levantar la cosecha, ayer -como viene sucediendo desde hace semanas- no se registraron operaciones.

"No hemos visto todavía lo que el ministro dijo la semana pasada que iba a hacer. Vemos con mucha preocupación la coyuntura del trigo, pero lo que nos parece más grave es que no hay perspectivas de mediano y largo plazo, con lo cual en la próxima campaña podría volver a caer el área sembrada", dijo José Basaldúa, de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), uno de los dirigentes que ayer participaron de la reunión que mantuvo la Comisión de Enlace para evaluar los pasos por seguir.

De ese encuentro, que se realizó en la sede céntrica de la Sociedad Rural Argentina (SRA), participaron el dueño de casa, Hugo Luis Biolcati; sus pares de CRA, Mario Llambías, y Coninagro, Carlos Garetto, y los vicepresidentes de la Federación Agraria, Omar Barchetta y Julio Currás, entre otros.

Domínguez los recibirá hoy, dos horas después de encontrarse con los representantes de la exportación y la molinería, a quienes les pedirá que apoyen su iniciativa para reactivar el mercado de trigo: créditos blandos para que los productores retengan la cosecha, financiamiento para que los molinos adelanten compras y una mínima apertura de las exportaciones para el trigo de Entre Ríos y Buenos Aires.

Ayer, algunos molinos y empresas respondieron al pedido oficial y compraron el cereal pero con cuentagotas. En tanto, en Entre Ríos, la promesa de liberar 300.000 toneladas a la exportación parece avanzar y, según pudo saber LA NACION, se canalizaría por medio de las empresas exportadoras vinculadas a las propias entidades agropecuarias: la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), perteneciente a Coninagro, y Agricultores Federados Argentinos (AFA), brazo económico de la Federación Agraria, entre otras cooperativas.

Los ruralistas insistirán en la reapertura de las exportaciones, a lo que el Gobierno se resiste por temor a que el país quede desabastecido. En esta campaña la siembra alcanzó a 3 millones de hectáreas (aunque, por la sequía, sólo se cosecharon 2,8 millones). Fue la peor siembra en más de 100 años, y la cosecha apenas alcanzó los 7,5 millones de toneladas, lejos de los 9,6 millones de la campaña anterior y todavía más atrás que la de 2007/08, que superó los 16 millones de toneladas. El consumo interno, según el compromiso que la Argentina asumió con la FAO, asciende a 6,5 millones de toneladas.

La Comisión de Enlace volverá a poner sobre la mesa el petitorio que los ruralistas le llevaron a Domínguez después de la asamblea del teatro Broadway, hace una semana. Algunos dirigentes esperan que el ministro amplíe el cupo de exportación del cereal por otros 1,5 millones de toneladas y facilite la entrega de los permisos de exportación (conocidos como ROE). Desde hace casi cuatro años, mediante ese registro, el Gobierno regula las exportaciones de granos, con excepción de la soja, que prácticamente no tiene limitaciones. El área sembrada con la oleaginosa llegará este año a un nuevo récord: 19 millones de hectáreas.

El campo también reclamará el pago de compensaciones a productores de trigo que ya acumulan dos años de atraso. Hasta la campaña anterior, en otro intento de revertir la crisis de los cereales, el Gobierno compensó a los productores. También reclamarán que se vuelva al sistema de cartas de porte anterior (que era gestionado por la Federación Agraria y la Federación de Centros de Acopiadores de Granos), sobre todo para el maíz (podrían cosecharse entre 16 y 17 millones de toneladas). Precisamente, sobre el maíz circuló ayer una versión que advertía sobre la eventual reapertura de exportaciones por un cupo limitado ante una cosecha que podría ser mejor de lo esperado.

"La participación del productor en el precio de un kilo de pan pasó del 15 al 9%; de 7 pesos, el 15% se lo queda el Estado y el restante 67% se lo llevan la molinería, la panificación y demás intermediarios. El año que viene van a sembrar trigo los que no tengan otra opción", advirtió una fuente de la Comisión de Enlace.(La Nación)