REORDENAMIENTO URBANO

Planean restringir el tránsito en el centro

El gobierno porteño planea instrumentar un reordenamiento del tránsito en el polígono céntrico delimitado por las avenidas del Bajo, 9 de Julio y Caseros, que en líneas generales consiste en concentrar el paso de colectivos y taxis sobre las avenidas. La mayor parte de las calles se destinará a la circulación de automóviles y el resto, a la de peatones.

Así lo confirmaron fuentes del Ministerio de Desarrollo Urbano, que explicaron que en las áreas nuevas de circulación peatonal sólo podrán transitar vehículos de frentistas, de clientes de garajes y servicios de emergencia. Serán dos ejes principales, constituidos sobre las calles Reconquista-Defensa y Esmeralda-Piedras, un tramo de Balcarce y los pasajes San Lorenzo y Giuffra, con una infraestructura similar a la del pasaje Tres Sargentos y a la de Perú al 100.

El programa, llamado Prioridad Peatón, prevé transformar la Avenida de Mayo, desde el Cabildo hasta la zona del Congreso, en una arteria de doble mano exclusiva para el transporte público de pasajeros, con dársenas laterales. Se estima que los cambios se pondrán en marcha en forma progresiva a lo largo del próximo año.

“Necesitamos reorganizar y unificar esta área, que no fue creciendo de manera uniforme. Vamos a reconstituir el tejido, que se desarrolló en una época en la que no había la actual densidad del tránsito y el transporte público no era el de ahora. Queremos priorizar el paso del peatón sobre el de los vehículos; desalentar el uso del automóvil y agilizar el transporte público", relató el subsecretario de Proyectos Urbanos Arquitectónicos e Infraestructura, Jorge Sábato.

Los indicadores hablan por sí solos: son unos 660.000 los rodados que ingresan cada día en el macrocentro porteño, mientras que por la llamada "área central" circulan 61 líneas de colectivos. Y en ella se encuentran algunas de las esquinas más contaminadas de la ciudad por gases provenientes del tránsito.

Lo cierto es que el reordenamiento integral no podrá aplicarse hasta, como mínimo, el segundo semestre de 2009. Primero, explicaron en el Ministerio de Desarrollo Urbano, esperan que la Legislatura legitime la delimitación del área central y la creación de la zona de prioridad peatonal. Para eso, el Poder Ejecutivo porteño ya le envió un proyecto de ley.

Después será necesario dotar la ciudad de la infraestructura necesaria para poder instrumentar las nuevas exigencias de circulación del transporte público y de los autos particulares.

En ese sentido, el gobierno porteño lanzará un conjunto de obras que prevé finalizar para mayo de 2009. Por un lado, la instalación de dársenas para estacionamiento de colectivos y taxis sobre ambas manos de la Avenida de Mayo y los laterales de las plazas de Mayo y del Congreso, por Rivadavia e Hipólito Yrigoyen.

Por el otro, el cambio del solado para las áreas peatonales, donde sólo accederán vehículos de frentistas y de emergencias: en el eje Reconquista-Defensa; en un tramo de Balcarce, entre Belgrano y Estados Unidos, y en los pasajes Giuffra y San Lorenzo, que adoptarán la misma modalidad. Los trabajos en el eje Esmeralda-Piedras quedarán para una segunda etapa.

Primera licitación

Ayer ya apareció publicado en el Boletín Oficial de la ciudad el llamado a licitación por el segmento de Reconquista, entre Rojas y Córdoba, con un presupuesto de 2.686.372 pesos.

Las obras, indicaron las fuentes, deben ser encaradas progresivamente para evitar situaciones tan negativas como la que se busca revertir; o sea, para que el corte de algunas arterias por los trabajos encarados no provoque un caos de tránsito.

La peatonalización del pasaje Carabelas, obra ya adjudicada por 809.289 pesos, forma asimismo parte del plan Prioridad Peatón.

Como desalienta el ingreso de autos particulares en el Centro, este programa será complementado con la construcción de una decena de grandes playas subterráneas de estacionamiento en distintos puntos de la Capital, distribuidas antes del acceso al macrocentro. Así lo informaron los voceros de Desarrollo Urbano, aunque no brindaron mayores detalles.

Tanto el reordenamiento del tránsito en el Centro como la instalación de playas subterráneas de disuasión retoman ideas que fueron impulsadas por la gestión de Jorge Telerman y por varios proyectos de ley presentados en la Legislatura porteña.

Uno de los más discutidos fue el del ex diputado Alberto Pérez, hoy jefe de gabinete del gobernador bonaerense, Daniel Scioli.

Tal vez las mayores novedades residan en la transformación de la Avenida de Mayo en una arteria de doble mano exclusiva para colectivos y taxis y en la estructuración de los ejes Reconquista-Defensa y Esmeralda-Piedras, con prioridad para los peatones.

Estos circuitos peatonales, además de facilitar el paso de personas de a pie, pretende favorecer la expansión de los locales gastronómicos sobre la calzada para impulsar los after office con el propósito de, en el largo plazo, fomentar la residencia en la zona.

Para modificar el recorrido de los colectivos y poder poner así en práctica el programa, el gobierno porteño necesitará el visto bueno de la Secretaría de Transporte de la Nación.

Por lo pronto, el presidente de la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros (CEAP), Daniel Millaci, rechazó el esquema propuesto por el gobierno de Mauricio Macri. "Siempre nos pareció bien la delimitación de carriles exclusivos sobre avenidas y también crear calles exclusivas para colectivos. Pero este proyecto deja el microcentro sin transporte y obligará a la gente a caminar un promedio de seis cuadras para tomar un colectivo", opinó. (LA NACIÓN)