Por el efecto dólar, se congelan inversiones y fábricas se reconvierten en importadoras
La corrida del mercado financiero que marcó un nuevo techo del dólar puso fin a proyectos de inversiones industriales que estaban diseñados para lo que resta del año a partir de la fuerte suba de la tasa de interés. En algunos casos, se acordó el congelamiento de renovación de maquinaria o reestructuración de línea de producción a la espera de que la plaza cambiaria le asigne un nuevo valor de referencia al peso en relación a la moneda estadounidense.
Los cambios en la estructura de inversiones de las fábricas locales se analizaron en las últimas horas y entre los hombres y mujeres de negocios predominó la incertidumbre. "Es mejor esperar para saber cuáles son las nuevas condiciones del mercado. Cuando haya menguado la tormenta, el propio Banco Central dará aviso con una baja de la tasa de interés", afirmó a BAE Negocios el dueño de una de las fábricas pymes más importantes del país.
En estos días se multiplicaron los empresarios que admitieron su doble rol en el mercado argentino: por un lado producen parte de sus ventas, mientras que por el otro comenzaron a importar productos terminados para evitar pérdidas en la rentabilidad de los negocios. El nuevo esquema comercial fue decidido luego de los vaivenes de principio de año, y la corrida de la última semana les dio la razón.
De hecho, varios dueños de fábricas anunciaron que iniciarán un proceso de achicamiento de sus planteles. La baja en el consumo puso en rojo sus cuentas, pero un mayor enfriamiento del mercado interno a partir de la suba de la tasa de interés echó por tierra los proyectos que se habían reactivado a partir de la tímida recuperación del consumo que se observó en el primer trimestre del año.
"La suba de la tasa de interés funciona como una aspiradora de dinero, entra a los bancos y sale del mercado de bienes y servicios, lo que provoca es un freno en el consumo y en las decisiones de inversión de aquellos que estaban dispuestos a endeudarse a la tasa de interés anterior", analizó el economista de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) y asesor de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Federico Vaccarezza.
El analista sostuvo que "las inversiones se van a reactivar a medida que baje la tasa de interés para que las personas estén dispuestas a endeudarse, y las empresas van a preferir inversiones en capitales fijos porque el negocio financiero ya no va a ser rentable".
"Hay que ver cuál es el piso que va a tener el nuevo dólar, cuál es el piso de la tasa de interés y cuál es el poder de fuego que tiene el Banco Central, y que está dispuesto a ejecutar, para fijar el nuevo precio de equilibrio", se preguntó Vaccarezza, quien señaló que esas respuestas son las que debe dar el BCRA para encontrar una salida a la crisis.
Para uno de los ejecutivos más importantes del país, la corrida bancaria "recién comenzó" y se alarmó por la "falta de un plan económico viable". "Es un momento clave porque estos movimientos demostraron un fin de ciclo. El Gobierno debe decidir un cambio de manera inmediata para mostrar poder político y que no sea el mercado el que comande la economía del país", analizó.
Según el cálculo que realizaron los industriales, el atraso cambiario en relación con la devaluación de inicio del gobierno de Mauricio Macri "sólo podrá equilibrarse con un dólar a 24 pesos", aunque admitieron que la tasa de Lebacs indica un camino de inflación por encima del 28%. "Si se confirma esa situación, sin dudas que el plan de Cambiemos habrá fracasado", se lamentó un integrante de la mesa chica de la UIA, confeso votante macrista.
Fuente: BAE