Precios mayoristas marcan un incremento interanual de 68%

Los precios mayoristas y las naftas le ponen presión a la inflación. Ayer el Indec publicó el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) de marzo, que mostró una fuerte aceleración, con un aumento de 4,1%. La interanual llegó a 68% y le gana por 13,3% a la interanual de los minoristas. Entre analistas no hay demasiadas dudas: eso influirá sobre el IPC Nacional de abril, para el que se espera, de mínima, otra suba en torno a 4%. Además, mayo arrancará con malas noticias ya que, por las subas del precio del dólar y del barril, las petroleras se preparan para informar una nueva suba en las naftas.

El plan antiinflacionario del Gobierno no logra domar a la inercia. Las expectativas para el 2019 muestran a unos precios trepando a niveles cada vez más parecidos a los del año pasado. Si el 2018 terminó con una suba generalizada de 47,6%, ahora ya se espera una bien cercana.

Sin ir más lejos, ayer la UTDT publicó su encuesta de expectativas de "la calle", que sigue proyectando una de 40,6% a nivel nacional. La semana pasada, el Grupo SBS, que hasta el año pasado era dirigido por el hoy vicepresidente del BCRA, Gustavo Cañonero, tampoco termina de creer en las bondades del plan monetario y ya elevó su previsión a una interanual de 42% en diciembre.

La economista de la consultora LCG, Julia Segoviano, advirtió que el 4,1% del IPIM de marzo oculta parte de la devaluación. Por esa razón, en abril van a venir cargados. "La medición del IPIM registra los aumentos desde mediados de febrero hasta mediados de marzo; por eso esperamos que el deslizamiento del tipo de cambio a fines de marzo se traslade al índice de precios de abril", explicó.

Luego, la influencia de los mayoristas sobre los minoristas es clara. La canasta de los primeros está formada principalmente por insumos de las industrias, por lo cual el IPIM es el primer índice en reaccionar a las devaluaciones. Más tarde, las empresas vuelcan esos incrementos en sus costos sobre los precios de sus productos, es decir sobre los minoristas, al ritmo que la demanda les permite. Así van achicando la brecha, que hoy es de 13,3 puntos y debe seguir acortándose para que recuperen rentabilidad.

También las naftas van a volver a ejercer presión en las próximas semanas. En febrero los precios de YPF habían alcanzado la paridad con los de importación. Pero desde entonces el dólar y el barril de petróleo se dispararon y ensancharon otra vez la brecha. Fuentes del sector afirman que las empresas necesitan aumentos de 12% o 13% para volver a recuperar la rentabilidad. Los últimos días de abril serán el momento de sentarse a pensar los aumentos de mayo, que a priori van a ocurrir, aunque se desconoce en qué proporción.

Y es que la demanda de naftas cayó con fuerza: en febrero las premium de YPF, Axion y Shell contrajeron sus ventas en 22,4%, 21,6% y 17,1%, respectivamente. La caída del consumo moderará las subas, aunque habrá nuevas alzas.

Fuente: BAE Negocios