Próximo gobierno fomentaría la llegada de nuevas inversiones

La búsqueda de inversiones será el gran objetivo del plan económico de Cristina Kirchner. Alrededor de ese norte, la próxima Presidente estructurará una estrategia tendiente a revitalizar el proceso de crecimiento que se inició en la gestión de su esposo, Néstor.

Los economistas allegados a Cristina que consultó Clarín admiten que el crecimiento está en un punto crítico y requiere de medidas específicas. De lo contrario, corre el riesgo de agotarse en un plazo breve.

Ante esto, manejan un diagnóstico común: "La economía argentina enfrenta una crisis de oferta". Esto significa que carece de capacidad para producir la cantidad necesaria de bienes que requiere un mercado interno en expansión. Y eso sería lo que explica las actuales presiones inflacionarias, el aumento de importaciones de bienes de consumo y otros cuellos de botella. Con mayor inversión esos problemas podrían resolverse sin necesidad de enfriar la economía.

En cambio, los expertos más ortodoxos dicen que la clave pasa por moderar el crecimiento con subas de tasas de interés, hacer recortes del gasto público y favorecer una apreciación del peso frente al dólar. A la vez, esto configuraría un escenario más propicio para seducir inversores.

¿Qué piensa hacer Cristina para lograr su propósito de atraer nuevas inversiones sin caer en recetas que considera recesivas?

Por lo pronto, según pudo averiguar este diario, avanzaría sobre los siguientes ejes:

* Intentará llegar a un acuerdo con los acreedores del Club de París (que nuclea a 19 países ricos) para normalizar una deuda de 6.200 millones de dólares. Esto destrabaría inversiones en la Argentina de empresas privadas, sobre todo europeas, por unos US$ 8.000 millones. Cristina le asigna a esto alta prioridad y por eso el ministro Miguel Peirano se reunió el domingo pasado en Washington con el próximo titular del FMI, Dominque Strauss -Kahn, quien prometió que dará "colaboración" para facilitar un arreglo con los acreedores.

* El dólar nominal seguirá "alto". Para inversores del exterior implica menores costos operativos y activos locales más baratos.

* Buscarán legitimar los cambios en el INDEC para que las estadísticas puedan rescatar su valor de referencia. La decisión del gobierno actual de copiar el modelo de EE.UU. va en ese sentido: permitirá contar con muchos índices de precios en simultáneo y dar usos diferentes a cada uno.

* Alentar la oferta de créditos baratos para proyectos de inversión. Lo haría a través de fondeo internacional provisto por organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo. El Estado será intermediario, a través del Banco de Inversión y Comercio Exterior, para recolocar los préstamos entre entidades privadas. La idea es que sean a tasas de interés de un dígito y a plazos de hasta cinco años.

* Se mantendrá la pauta de superávit fiscal primario -que no computa el pago de intereses de la deuda pública- en torno del 3,5% del Producto Bruto Interno. Pero esto se obtendrá porque desde el año próximo el Fisco contará con mayores ingresos por los traspasos de afiliados de las AFJP a la jubilación estatal. Esto implicará cristalizar el nivel de gasto público de 2007, que aumentó por el año electoral.

* Convocará a un acuerdo económico y social con empresarios y sindicatos. Se intentará con esto dar señales de que no habrá puja salarial ni expectativas inflacionarias desbocadas.

* Mantendrá sin cambios la estructura impositiva actual, que le reporta una recaudación que crece a razón de 30% mensual. Igual, el Gobierno anunciaría en los próximos días una nueva suba de las retenciones a las exportaciones de granos.

* Se avanzará gradualmente en una actualización de tarifas de servicios públicos. (CLARIN)