Química alemana invierte u$s 30 millones en la industria local de biodiesel

La química alemana Evonik Degussa, que factura en la región Sudamérica unos u$s 550 millones anuales, llevó buenas noticias a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y a la ministra de Industria, Débora Giorgi. Los directivos locales de la empresa anunciaron una inversión de u$s 30 millones en Santa Fe, donde planean construir una planta de insumos para la creciente industria del biodiesel.

Este año se estima una producción nacional de biodiesel de 3,2 millones de toneladas, 60% mayor a la de 2010, año en que las exportaciones ya alcanzaron los u$s 1.300 millones.

La nueva inversión, anunciada en tierras de Hermes Binner, un distrito en el que la Presidenta apuesta fuerte para las elecciones provinciales, es música para los oídos de la Casa Rosada, potenciada por el enfoque de sustitución de importaciones después de que la debilitada balanza comercial argentina cerrara el año pasado con una caída que preocupó al Gobierno.

Según explicó José Berges, vicepresidente Senior de Evonik, hoy el 10% de la facturación de la compañía en la región proviene de las ventas de productos para la industria de los biocombustibles, que hoy se importan de Europa. La intención es la de sustituir importaciones por u$s 40 millones en el país en el primer año de producción. La planta, que elaborará 60.000 toneladas anuales de producto, entrará en funcionamiento en el primer trimestre de 2012. Para financiar la meagaobra, Evonik contará con “capitales propios, financiamiento internacional y algo de financiamiento local”, indicó Berges, que no dio mayores precisiones.

Se trata de la primera planta de este tipo que la empresa levanta en el Mercosur, y según Berges, la elección de la Argentina radica en la oportunidad geográfica que implica el puerto santafesino. Según expresó Giorgi, la planta cubrirá la demanda local y exportará entre un 30% y un 40% de su producción a Brasil.

El anuncio llega días después de que otra química alemana, Basf, comunicara que construirá una planta de las mismas características en un puerto vecino, el de General Lagos, aunque en este caso se trata de la segunda fábrica de metilato de sodio de la empresa en América del Sur, después de la de Guaratinguetá, Brasil, que entrará en producción a fines de 2011.

El corte obligatorio de combustibles en el país es de 7% y se espera que se eleve a 10%, al igual que en Brasil, donde hoy el corte es del 5 por ciento.

(El Cronista)