ECONOMÍA
Récord de ventas en frontera por las ventajas cambiarias
La tentación frente a las diferencias cambiarias y la amenaza de restricciones aduaneras inminentes derivaron el martes en un virtual colapso en la Dirección de Migraciones de Paraguay, cuando cerca de 10 mil personas cruzaron la frontera desde Asunción para adquirir productos hasta un 50% más baratos o cargar combustible en la localidad formoseña de Clorinda, que vivió un día de compras récord y una afluencia de ve-hículos que se triplicó.
Frente al hecho de que esa jornada fue feriado en tierra paraguaya, un panorama febril se vivió además en el puente que conecta a la misionera ciudad de Posadas con Encarnación. Además se registra un fenómeno parecido en el paso que une a las bolivianas San José de Pocitos y Yacuiba con la salteña Salvador Mazza.
En Posadas, como contrapartida, el traslado de argentinos a Paraguay cayó un 50% en las últimas semanas.
No fueron sin embargo instantáneas aisladas, ya que el movimiento comercial fronterizo vive una primavera desde hace varios meses frente al derrumbe de la cotización del peso, que mantiene en alerta a empresarios de esos países vecinos.
Horas antes, la Unión Industrial Paraguaya había reclamado al presidente saliente Federico Franco la implementación de medidas restrictivas urgentes -como lo hizo ya su par uruguayo, José Mujica, en abril- para frenar el éxodo de compradores.
Los empresarios de ese país denuncian una caída en las ventas de hasta el 60% con pérdidas millonarias, producto de las compras hormiga y del contrabando, que Franco prometió atacar, con "tolerancia cero" e incluso con el uso de fuerzas militares.
El imán que genera la nueva equivalencia cambiaria -hoy un peso equivale a 500 guaraníes, cuando antes eran necesarios cerca de 1.000- quedó graficado el martes en Clorinda, convulsionada por largas colas de paraguayos ávidos de consumir en los comercios formoseños.
"No recuerdo una época así, en la que los comercios estén trabajando tan bien", celebró el titular de la Cámara de Comercio local Pedro Ortiz. Ese día, los comercios trabajaron con horario corrido.
No compartió ese ánimo la titular de la Dirección de Migraciones, Irma Llano, quien debió reclamar el envío de más personal para hacer frente a trámites que se incrementaron exponencialmente.
Según fuentes de ese organismo, más de 3.000 vehículos cruzaron ese día la frontera por el paso San Ignacio de Loyola, triplicando el movimiento de un fin de semana normal. Los cruces se dieron también a pie, por Puerto Pilcomayo y por Nanawa.
Tras hacer filas con sus vehículos en la Aduana de más de 3 kilómetros y pese al mal clima, los compradores paraguayos apuntaron a mercadería en los más variados rubros, con epicentro en lácteos, aceite, azúcar, harina, galletitas, productos de limpieza, tomate, vino, cerveza y pañales.
Además se verificaron largas filas de vehículos frente a las estaciones de servicio para adquirir combustible, mientras que se registra un incrementado fenómeno de contrabando con las garrafas de gas.
Los empresarios paraguayos pretenden que Franco implemente una medida similar a la que aplica desde el 8 de abril Mujica, denominada "Cero kilo" y que prohíbe las compras hormiga diarias por parte de vecinos uruguayos en las localidades fronterizas entrerrianas.
Fuente: Ambito.com