SEGURIDAD VIAL
Restringen la circulación de los camiones por el fin de semana largo
La onda expansiva de la tragedia de Dolores, sus filosas esquirlas de horror y absurdo, alcanzaron rápidamente los despachos más importantes de la Casa Rosada.
A pocos días del accidente entre un tren y un micro, que dejó 18 muertos en el cruce de las vías del ex Roca y la ruta 63, el Gobierno nacional anunció ayer un plan de seguridad vial para la Semana Santa que contempla, por primera vez, restricciones en la circulación de camiones en los caminos más importantes del país.
El decreto, firmado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y varios de sus ministros y que contó con el aval del titular de la CGT, Hugo Moyano, dispone un límite para casi todos los tipos de transporte de carga (salvo algunas excepciones) que, según entiende el Gobierno, aliviará las rutas en los días y horarios más complejos para transitar.
La restricción arranca el miércoles 19, desde las 22 hasta las 5, y sigue el jueves, de 20 a 5. Luego, los caminos se abrirán durante el fin de semana, pero el lunes, el transporte de carga tendrá vedado el paso nuevamente; en esta ocasión a partir de las 14 y hasta la medianoche.
La decisión, incluso, fue transmitida a los gobiernos de los países limítrofes para que los camiones que ingresan habitualmente por la frontera tampoco lo hagan estos días, y en estos horarios. Según cifras del sector transportista, unos 355.000 camiones circulan diariamente por el país. "Es una medida preventiva y de control", explicó el ministro del Interior, Florencio Randazzo, encargado de dar a conocer el plan.
La idea es clara: el Gobierno supone que para Semana Santa saldrán a la ruta dos millones y medio de turistas y quiere que el tránsito sea fluido para evitar accidentes.
En ese contexto, lógicamente, el plan de seguridad vial además contempla un control exhaustivo de ómnibus de larga distancia (cerca de 6.000 micros entrarán y saldrán de Retiro entre el miércoles y el jueves): buscarán que éstos cumplan con los límites de velocidad, que las empresas respeten el horario de descanso obligatorio de los choferes, harán controles de alcoholemia y chequearán el estado de los vehículos.
El operativo se llevará a cabo tanto en las rutas más transitadas como en las terminales, con 4.000 agentes de Gendarmería, Policía Federal y las fuerzas policiales de Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires; 650 móviles y 10 helicópteros.
Además, el Gobierno difundió el 0-800 (ver "Para denuncias") de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) para que los pasajeros denuncien irregularidades en los mircos, que también estarán obligados a proyectar un video con las medidas de seguridad obligatorias.
"La idea es controlar, prevenir y molestar a los que molestan la ley. Estamos convencidos de que vamos a tener buenos resultados. Pretendemos que todos aporten para cambiar la cultura", dijo, con tono esperanzado, Randazzo. (CLARÍN)