Ribeiro: por la caída de ventas ahora busca renegociar sus deudas
Las ventas de electrodomésticos continúan en caída libre este año. Ni las cuotas sin interés, ni las promociones especiales lograron sacar a flote a un sector que ya venía castigado y acumula en los últimos cinco años un retroceso de alrededor del 50%.
Este panorama derivó en serios problemas financieros para las principales cadenas de venta de electrodomésticos y en particular para la firma Ribeiro: no sólo tuvo que presentar un procedimiento preventivo de crisis sino también recurrir al cierre de sucursales y liquidación de stocks. Pero todo esto no fue suficiente y así lo refleja en su balance por el período de tres meses cerrado en septiembre pasado.
Según se desprende de su estado de resultado de julio a septiembre la compañía de capitales nacionales y manejada por la familia homónima facturó poco más de $1.133 millones y tuvo que afrontar un resultado negativo de $456 millones. Un año antes sus ventas alcanzaban los $1.700 millones y perdía $466 millones. Aquí se evidencia que, a pesar de la devaluación interanual de la moneda que alcanza el 50%, las ventas de un año al otro retrocedieron el 33%.
Lo cierto es que la empresa viene echando mano a un sinfín de recursos en los últimos meses con la intención de amortiguar el impacto de la crisis.
Entre las medidas que se tomaron en los últimos meses, la compañía remarca: “Cierre de sucursales en localidades donde existía más de un punto de venta; reducción de costos logísticos; optimización del plantel de recursos humanos, y reducción de la dotación en áreas redundantes. Este proceso de reducción de costos implicó la realización de desembolsos por única vez de $13 millones durante el presente trimestre. Además de otras reducciones en las áreas en Logística, Compras, Sistemas y Mantenimiento”.
En el plano financiero también buscaron medidas de contención entre las que se incluye: “Ejecución de una estrategia de desendeudamiento financiero, que se evidencia en la reducción en préstamos por $2.534 millones en el ejercicio anual finalizado el 30 de junio de 2019 y por $134 millones entre junio y septiembre 2019. Refinanciación a través de planes de facilidades de pago, de deudas fiscales y de la seguridad social a lo largo del año, y con el objeto de extender los plazos de vencimiento. Iniciar negociaciones con las entidades financieras para la readecuación de condiciones (plazos/tasas de interés) utilizadas para préstamos ya otorgados, con el objetivo de mejor la secuencia de pagos de interés y cancelación de capital”.
Si este escenario parece complejo para la empresa, todo se agravó tras las elecciones PASO de agosto pasado, según explican desde la compañía, ya que la fuerte devaluación del peso en apenas unos días, sumada a la incertidumbre que se generó en el mercado y entre los consumidores derivó en más problemas. Entre ellos destacó: “El estancamiento de las gestiones iniciadas por el directorio para la realización de activos y/ o la instrumentación de estructuras alternativas de financiación; reducción por parte de algunas instituciones financieras de las facilidades mantenidas hasta el momento; disminución del flujo diario de caja por la caída de las ventas; atrasos en el pago de salarios; necesidad de renegociar y repactar la fecha de pago de valores diferidos con algunos proveedores y necesidad de renovar los acuerdos de procedimientos preventivos de crisis con los sindicatos de Comercio y Camioneros para los meses siguientes”, ya que este acuerdo concluía a fines de noviembre pasado.
En este marco los accionistas de la sociedad resolvieron la realización de aportes a través de contribución de sus acreencias por $111,63 millones, pero esto tampoco fue suficiente, cuenta la empresa: “No obstante, la fuerte caída de los niveles de ventas y su sostenimiento en el tiempo por un plazo superior a lo esperado, sumado a todo lo descripto anteriormente, requieren por parte de la Sociedad la profundización de las medidas adoptadas hasta el momento, que incluyen principalmente la necesidad de renegociación con las entidades financieras para la readecuación de condiciones (plazos/tasas de interés) utilizadas para préstamos ya otorgados, así como con los Proveedores y las Compañías aseguradoras de Crédito, que permitan superar la coyuntura actual”.
Fuente: Ámbito.com