Se triplicó la venta de lámparas de bajo consumo

La venta de lámparas de bajo consumo prácticamente se triplicó en los últimos años. Cuando faltan menos de cuatro meses para que entre en vigor la norma que prohíbe la venta de focos incandescentes en el país, el recambio llegó de la mano de los consumidores.

Mientras en 2007 se comercializaron 16 millones de lamparitas de bajo consumo, el año pasado el número trepó a 38 millones. Y en el primer cuatrimestre de este año se registró un incremento del 50 por ciento respecto de igual período de 2009. De mantenerse esa tendencia, al cabo de este año se habrá vendido más del triple que en 2007.

Estas son las cifras de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas, Luminotécnicas, Telecomunicaciones, Informática y Control Automático (Cadieel). Según la entidad, en ese mismo período bajó notoriamente la compra de lámparas incandescentes: mientras en 2007 se vendieron 160 millones de unidades, el año pasado se comercializaron 133 millones. Y se supone que este año, mucho menos.

"El programa oficial por el que se cambiaron lamparitas en los hogares generó un efecto contagio. Hoy el consumidor analiza que, a pesar del costo, es más conveniente tener un foco que tiene una vida útil mucho mayor", explicó Claudio Krämer, gerente de Cadieel.

Aunque el Gobierno no reglamentó aún la ley que prohíbe la venta de lámparas incandescentes desde el 1° de enero de 2011, el plan canje de focos sigue vigente en las oficinas comerciales de las distribuidoras de energía del país. Hasta el momento se han entregado 16 millones de lámparas, según datos oficiales.

Algunos consorcios y administradores de edificios son un ejemplo del cambio en la Capital. "La reacción de los administradores es variada: para algunos, el ahorro de energía efectivo es del 70%. Para otros, del 40% y otros apuntan al 25 por ciento. Muchos vecinos se quejan de que no producen suficiente luz en los pasillos", indicó el presidente de la Liga del Consorcista, Osvaldo Loisi.

Jorge Ferrera administra unos 20 edificios en Belgrano. En casi todos, han reemplazado la iluminación en los espacios comunes: "En el último tiempo, mejoró la aceptación a las lámparas de bajo consumo. Además, el color de la luz de este tipo de focos ha cambiado, al igual que el diseño, y dentro de los artefactos ni siquiera se nota que son de bajo consumo".

En las empresas que fabrican lamparitas también notan la preferencia del consumidor. "El proceso de cambio se estuvo dando en los últimos tres años. Mientras la proporción de ventas antes era de diez incandescentes por cada una de bajo consumo, hoy esa ecuación se redujo a tres a uno. El cambio realmente ha sido fuerte y con las nuevas tecnologías, como las lámparas de led, que estamos incorporando, creemos que se va a incrementar. Esto sumado, obviamente, a la restricción legal que se viene", indicó Pablo Brener, jefe de producto de Philips. Consumo y ecología

Guillermo Mutis, gerente general para el Cono Sur de General Electric Iluminación, explicó que la empresa acompaña la política de disminuir la cantidad de lámparas incandescentes en el mercado. "En América latina, sólo queda una fábrica de este tipo en México. Colombia y la Argentina son los dos países con restricciones más estrictas. Desafortunadamente, cuando hay cambios de tecnología hay un poco de falta de conocimiento del consumidor. El consumidor necesita educarse. Las tecnologías nuevas crean incertidumbre y lo que se debe es explicar cómo utilizar la tecnología de la mejor forma."

En el comercio 100.000 Lámparas, Luis Riesco, un vendedor con 30 años de experiencia, contó: "La venta de focos de bajo consumo aumentó tres o cuatro veces en los últimos años. Ahora han cambiado los diseños y las potencias; hay prácticamente para todas las necesidades, tanto para el hogar como para la industria".

La política de recambio de lámparas está inserta dentro del plan del Gobierno para reducir el consumo eléctrico y también para colaborar con la lucha contra el calentamiento global. "Una de las maneras más rápidas de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es invertir en eficiencia energética. A nivel global, hay cada vez más interés del sector empresario por las contingencias del cambio climático", explicó José David, líder de proyecto de Responsabilidad Corporativa y Sustentabilidad de Deloitte, una de las mayores firmas de servicios profesionales del mundo.

Para Greenpeace, el cambio tecnológico es "de las pocas medidas estructurales en materia de eficiencia que se han tomado en los últimos años".

Juan Carlos Villalonga, director de campañas de Greenpeace Argentina, afirmó: "Es necesaria la urgente reglamentación de la ley que prohíbe la comercialización de lámparas incandescentes. El Estado debe dar señales serias y claras al mercado de que el cambio es irreversible. La relevancia del reemplazo de luminarias incandescentes es muy importante, pues equivale a poner en marcha unas cinco plantas termoeléctricas como la que se construye en Río Turbio, a base de carbón".

TIPOS DE LAMPARAS Y VIDA UTIL

- Halógenas : entre sus variantes figuran las conocidas dicroicas, los halospots, las luces bi-pin, los cuarzos y las halopar. De menor consumo que las incandescentes, las distingue su lámpara más pequeña y su luz brillante. Su vida útil es de aproximadamente 2000 horas y su mayor inconveniente es que después de un tiempo de encendidas alcanzan una alta temperatura, lo que implica mayor consumo de energía.

- Lámparas de bajo consumo : hoy casi todos los tipos de lámparas tienen su versión de bajo consumo, incluyendo las halógenas. Una lámpara compacta de bajo consumo gasta 20W dando la misma luz que una incandescente de 100W y dura ocho veces más. El foco incandescente tiene una vida útil de 1000 horas. Esto amortiza el costo si se tiene en cuenta que un foco común cuesta, en promedio, 4 pesos y una lámpara de bajo consumo, se consigue entre 20 y 30 pesos, promedio.

- Fluorescentes : (en tubos lineales o circulares) este tipo de lámparas, tradicionalmente usadas en las cocinas, emite una luz general plana. A las clásicas de luz fría, blanca o azulada, se han sumado otras cálidas, de un color más amarillento o rosado. Su vida útil ronda las 8000 horas.

- Reglamentación : la ley que prohíbe la venta de lámparas incandescentes desde el 1° de enero próximo no establece cuáles serán los castigos para quienes incumplan el mandato. En el sector suponen que los detalles y plazos estarán previstos en la reglamentación de la norma.

(La Nacion)