Sergio Massa enfatizó que es necesario que haya diálogo

Sergio Massa cerró la puerta de su despacho y suspiró sonriente. Los fotógrafos detrás de él todavía se peleaban por sacarle fotos. En el salón iban y venían colaboradores exultantes. "¡Instalaste tu primera frase en los medios! ¡Vas a ser la rueda de auxilio de la Presidenta!", le contaron. Massa volvió a sonreír. "Está buena la frase, ¿no?", contestó mientras se acomodaba en un sillón para recibir a LA NACION.

Caía la noche: Massa ya era a esas alturas la figura mediática del día. A punto de asumir como jefe de Gabinete, el intendente de Tigre utilizó un tono cuidadosamente moderado a la hora de adelantar detalles de su gestión. "La Presidenta me pidió que haya más diálogo con gobernadores, legisladores e intendentes", dijo cuando LA NACION le preguntó por el perfil de su gestión. Fue casi la única pista que dio sobre el futuro.

Después elogió a su antecesor, Alberto Fernández, anunció que seguirá "el camino que él trazó y profundizará el trabajo del Gobierno" y dijo que la clave es que haya "una sensación de oxígeno más allá de los primeros días de trabajo".

Mientras Massa hablaba de su próximo cargo, sus colaboradores festejaban comiendo pizza en una sala contigua. La mayoría miraba en un plasma al locutor de un noticiero que informaba sobre un terremoto en Japón. "¡Mirá! ¡Las primeras consecuencias de la designación!", bromeó un secretario. Todos se rieron. Al rato los títulos mostraban a Massa hablando otra vez de "la rueda de auxilio".

Con LA NACION repitió la frase.

 ¿Qué significa ser una rueda de auxilio de Cristina Kirchner?

 Ser una persona que ponga muchas horas de trabajo y energía para ayudar a articular la relación política con todos los sectores.

 ¿Qué le dijo la Presidenta?

 Me llamó a las 9 menos 5 de la mañana. Me dijo que quería hablar conmigo, que me esperaba en Olivos a las 11.30. Me pidió que la acompañara y colaborara con ella. Dijo que sabía de mi capacidad de trabajo, que quería que pusiera ese esfuerzo a su lado. Espero poder estar a la altura de las circunstancias. Me dijo también que iba a ayudarme para que el vecino de Tigre sienta que sigo con él.

 ¿Hablaron de la gestión?

 Acordamos que lo importante será tomar como desafío los temas de agenda pendientes y los que vayan surgiendo.

 ¿Cuál va a ser su impronta como jefe de Gabinete?

 Habrá mucho diálogo con los gobernadores, con los legisladores, con los intendentes, con los sectores sociales, con los empresarios... Voy a contribuir en la parte que a mí me toque, que será encomendada por la Presidenta, para contribuir a que a la Argentina le vaya bien. Si le va bien a la Argentina, nos va a ir bien a todos.

 ¿La Presidenta le pidió específicamente que haya más diálogo?

 Me pidió que lleve adelante ese trabajo. Voy a funcionar como una rueda de auxilio.

 ¿Habló con Fernández?
 No, ustedes [por la prensa] no me dejaron [risas]. Respeto mucho a Alberto Fernández. Es un gran dirigente. Es un hombre con una enorme capacidad, un gran administrador. Voy a seguir el camino que trazó Alberto y profundizar el trabajo del Gobierno.

 ¿Debería haber algún otro cambio en el Gabinete?

 El Poder Ejecutivo es unipersonal. Y si tengo alguna opinión se la voy a dar en privado. Soy un colaborador de ella y no alguien que tiene que opinar por los diarios.

Sin dejar de sonreír, cuando LA NACION lo consultó por el conflicto agropecuario y la inflación, Massa enseguida se levantó del sillón. Hablaba mientras caminaba hacia la puerta.

 Con el campo hay que ponerse a trabajar. Es una de las cuestiones que tenemos que tratar.

 ¿Y con la inflación y la crisis en el Indec?

 Todavía no soy jefe de Gabinete [risas]. Dejame asumir. Después hablamos de esos temas. (LA NACIÓN)