INFORME MUNDIAL
Sólo el 11 % de los argentinos cree que la corrupción disminuirá en los próximos años
El presidente Néstor Kirchner dejará el gobierno el lunes con una mala nota en una asignatura en la que había prometido sobresalir: la lucha contra la corrupción.
Según el Barómetro Global 2007, estudio elaborado por Transparencia Internacional, el 70 por ciento de los argentinos cree que el Estado ha sido “muy poco efectivo” para combatir la corrupción.
Tan poco efectivo que muy pocos confían en que algo cambie con la asunción de Cristina Kirchner. El 90% de los encuestados cree que en los próximos tres años se mantendrá o se incrementará la corrupción en el país.
La percepción empeoró en comparación con los datos de 2005 y 2006 del estudio internacional, que se realiza simultáneamente en 60 países del mundo a través de Gallup Internacional. En la Argentina, la sensación de ineficacia creció 10 puntos en un año; la desconfianza en el futuro, casi 20.
"Los números sobre percepción de la corrupción siempre han sido altos en la Argentina. Pero cuando se le da mayor difusión pública al tema, la preocupación sale a la luz con más fuerza", dijo a LA NACION Laura Alonso, directora ejecutiva de Poder Ciudadano, ONG que respalda el estudio en el país.
Cuando se habla de "mayor difusión pública", en 2007 se habla del año en que salieron a la luz los escándalos públicos más graves por sospechas de corrupción desde la llegada de Kirchner al poder, en 2003.
El caso Skanska, la renuncia en Economía de Felisa Miceli en medio de un escándalo con una bolsa de dinero, el polémico viaje del venezolano Antonini Wilson en un avión oficial con 800.000 dólares sin declarar, las denuncias periodísticas a la secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Romina Picolotti, entre otros hechos que abrieron una fuerte polémica.
"Eso influye en los índices y en el pesimismo. El Estado no ha hecho nada por construir mecanismos de transparencia en estos años", opinó Alonso.
Según el estudio internacional, el 42 por ciento de los consultados argentinos considera "inefectiva" la lucha contra la corrupción del Gobierno. Y el 28, "muy inefectiva".
Pero hay otro dato: sólo el 11 por ciento de los argentinos cree que en los próximos tres años vayan a disminuir los niveles de corrupción. En cambio, el 34 por ciento cree que se mantendrán igual, el 32 piensa que aumentarán un poco y el 16 por ciento avizora que crecerán mucho. Los más pesimistas son el doble que hace dos años.
En todo el mundo
El estudio forma parte del Barómetro Global de Corrupción, que este año encuestó entre julio y septiembre a 63.199 personas en 60 países, impulsado por la ONG Transparencia Internacional como anticipo de la conmemoración del Día Internacional contra la Corrupción, el domingo.
Los números argentinos están sobre la media del promedio mundial, que en general no es demasiado alentador.
Más de la mitad de los ciudadanos consultados en el mundo (54 por ciento) piensa que los niveles de corrupción se van a incrementar en los próximos años, y uno de cada dos critica la eficacia del gobierno para combatirlos. Los números son significativamente más altos que los de hace cuatro años.
"La gente no ve compromiso suficiente de sus gobiernos y de sus líderes", opinó la presidenta de Transparencia Internacional, Huguette Labelle.
En general, los partidos políticos y los parlamentos son considerados las instituciones más afectadas por la corrupción y lideran los índices. Pero otros dos actores también tienen una fuerte presencia: la policía y el sistema judicial.
En el último año, más de uno de cada 10 encuestados en el mundo dijo haber pagado un soborno para recibir atención de diferentes proveedores de servicios.
En algunos países de Africa el porcentaje supera el 30 por ciento. En la Argentina ese índice se mantiene cerca del 10 por ciento.
En general, los índices de pesimismo y desconfianza respecto de la corrupción suben año tras año. Para Labelle, el "compromiso de los gobiernos es clave para luchar contra la corrupción. Pero también el de la sociedad civil y del sector privado".
En la Argentina, las comparaciones no ayudan. Ayer, Alonso, de Poder Ciudadano, fue tajante: "Nuestro país no construyó en estos años mecanismos sólidos para luchar contra la corrupción. Incluso estamos atrasados en comparación con países como Brasil, Perú y México". (LA NACIÓN)