UNIVERSIDAD | INVENTO
Usan los palitos de yerba mate como combustible
Una vez más la investigación académica pone sobre la mesa nuevas opciones para ahorrar energía. Ahora, un grupo de científicos de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) descubrió que al utilizar los palitos de la yerba mate (hoy desechados) se podría bajar en un 50% el consumo de leña para secar el producto.
La idea de los investigadores de la facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales es parte de un trabajo donde se analizó las implicancias económicas que genera el hecho de aprovechar este subproducto como un recurso más de combustible.
Además de hacer más rentable la producción de yerba, se convierte en una alternativa a la utilización de leña proveniente del monte nativo.
Tal como dio a conocer la casa de altos estudios de Posadas, los palos que se descartan constituyen aproximadamente el 20% del volumen total procesado.
Según la legislación vigente, en un paquete de yerba mate sólo puede haber un máximo del 35% de palos, el resto debe ser exclusivamente hojas, la parte más valorada de la planta.
"Observamos que con los palos separados en las zarandas podríamos abastecernos parcialmente de un 50 por ciento de combustible y con ello tendríamos un ahorro económico importante", aseguran Rodolfo Känzig, Carlos Kruzolek y José Jorge Pokolenko, los científicos que idearon esta alternativa, ya presentada el año pasado en un congreso sudamericano realizado en la capital provincial.
A pesar de un resultado alentador en casi todos los ámbitos donde ha sido expuesta esta estrategia, los profesionales misioneros son concientes que aún resta solucionar una cuestión de volumen, dado que el palo "es un material liviano, ocupa un espacio muy grande y esto es muy incómodo en cuanto a la manipulación del stock", indican desde la UNaM.
Para esta cuestión, los científicos proponen dar un tratamiento a los palitos convirtiéndolos en briquetas y de esta manera se podrían disponer en un espacio menor. "Además, mejoraríamos el poder calorífico en función del volumen", aclaran al tiempo que recomiendan "mantener la leña bajo techo, por la humedad".
Según los cálculos de los investigadores, de unos 40 mil kilos de hoja verde y ramas, 23.875 kilogramos es aguda. El volumen de energía requerida para poder eliminar esa humedad estaría en alrededor de 15.500 kilogramos de leña por día.
Pero si se considera que "en el proceso de elaboración se separa alrededor del 20 por ciento del total de hojas verde que se procesa, la cantidad de palos que tendríamos sería de 8 mil kilogramos", esgrimen los profesionales. Es decir que la mitad de la energía calórica es reemplazable de la propia materia prima.
Por otro lado, en el informe científico se asegura que no existen muchas alternativas a la leña de árboles nativos. Como sustituto de estos combustibles podrían utilizarse maderas de monte implantado, como ser pino o eucalipto.
"El principal problema -dicen los expertos de la UNaM- que presentan estos tipos de combustibles es que aromatizan el producto y además poseen una humedad muy alta que disminuye su poder calorífico, aproximadamente en un 50 por ciento".
En otros intentos, "se han empleado combustibles como ser el gasoil y fuel oil, con resultados no favorables debido a que contaminan el producto. Además, se utilizó gas propano, combustible muy limpio que no contamina pero que posee el inconveniente de que es muy caro e incide en el costo de producción", concluye el documento.
Fuente: prensa UNaM