Varias entidades bancarias se reúnen con la presidente del BCRA
La presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, recibirá hoy a los presidentes de las asociaciones de bancos nacionales y extranjeros, que aceptan la modificación de la Carta Orgánica de la entidad, pero están en alerta por la futura ley de entidades financieras.
Fuentes del BCRA indicaron a LA NACION que la funcionaria se reunirá esta tarde con los máximos directivos de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) y de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), Mario Vicens y Jorge Brito, respectivamente. También estaría el nuevo titular del Nación, Juan Carlos Fabrega, por la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la Argentina (Abappra).
El objetivo del encuentro, según las fuentes, es abrir el diálogo y repasar "la situación del sistema financiero", tras la remoción de Martín Redrado. Focalizada en la estabilidad del frente cambiario, Marcó del Pont aún no dio pistas sobre dos proyectos que impulsó como diputada: la reforma de la Carta Orgánica del BCRA y de la ley de entidades financieras.
Al parecer, ambos quedarán para más adelante a la espera de una mayor quietud en el dólar; sin embargo, fuentes del sector financiero ya adelantaron sus preferencias.
En diálogo con LA NACION, dos fuentes indicaron que los bancos no se oponen a que la Carta Orgánica del BCRA sea modificada, si se incorpora la facultad para que la entidad preserve la producción a la de defensa del valor de la moneda.
En esa sintonía, afirman que se trata de un cambio razonable, en sintonía con el debate que existe en otras partes del mundo a partir de la crisis financiera iniciada en Estados Unidos en 2008.
En cambio, la sensibilidad aumenta en relación con la posibilidad de que se modifique la ley de entidades financieras con el objetivo de aumentar los redescuentos para ampliar la capacidad crediticia.
Aunque las fuentes se resignan a que tarde o temprano este cambio se concrete, al mismo tiempo advierten sobre los riesgos de que el BCRA tenga una política excesivamente laxa en materia de préstamos, sobre todo, si se destinan al sector público.
Con la desconfianza del sector privado en niveles altos -salvo por la posibilidad de que el canje de la deuda en default se anuncie en muy poco tiempo- la preocupación es que, sin suba de la inversión, ese dinero redoble la presión inflacionaria.
Al respecto, coinciden en advertir que la suba de precios podría escalar nuevamente al 20 o 25% anual, como en 2008, y como lo reflejan los pedidos de aumentos salariales.
Aunque la economía podría alcanzar un crecimiento del 4% por el desempeño de la industria y del agro, admiten que esa recuperación no alcanzaría para compensar las presiones inflacionarias o la posibilidad de que vuelvan a registrarse episodios de inestabilidad financiera.
Sin embargo, creen que si no hay volantazos el escenario más probable es que "haya recuperación con inflación y sin grave salida de capitales". La alternativa deseada por el sector es que se congele el alza del gasto, de modo que la inflación ayude al fisco sin efectos colaterales. (LA NACION)