Volvieron a subir las naftas y el gasoil en todo el país

En los últimos siete días, en todo el país el precio de la nafta premium subió hasta un 7%; el de la súper, hasta un 3,5%, y el del gasoil, hasta un 5%, según dijo a LA NACION Raúl Castellano, vicepresidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines.

"Yo soy de la idea de que cuando suben es por un guiño del Gobierno", agregó el único directivo que les puso ayer números concretos a los aumentos.

Hasta hace tres años, todas las empresas emitían comunicados cada vez que tomaban la decisión de subir o bajar los valores de sus productos. Hoy, todo se hace, en cambio, de manera paulatina y, en lo posible, en zonas alejadas de la atención de los medios. Nace además una nueva estrategia de comunicación: no atender el teléfono a la consulta periodística. "Nos abstenemos de hablar de precios", dijeron en una de las pocas petroleras que contestaron la inquietud de LA NACION. Se objetó que se trataba de una postura sin precedente en el país. "Son estrategias", redundaron.

En el colmo del cuidado discursivo, hasta los playeros han recibido adiestramiento en las últimas semanas. Un empleado le indicaba ayer a otro, mediante un gesto con el índice sobre la boca, que no explicara nada sobre los nuevos valores. LA NACION pudo consultárselo el sábado a un playero de una YPF, la empresa líder del mercado, ubicada sobre la ruta 2, cerca de Mar del Plata: "Aumentó el miércoles la premium y ayer a la noche, la súper", contestó. Se le preguntó si era por iniciativa de la estación. "Noooo, son valores que manda la petrolera. Nosotros no tenemos nada que ver."

El precio de la nafta súper subió así más del 10,5% en el año; la premium, más del 12,2%, y el gasoil, más del 16%. La Capital Federal, el conurbano bonaerense, Córdoba, Santa Fe y Mendoza fueron los principales centros urbanos que aplicaron modificaciones, que empezaron el miércoles de la semana pasada y terminaron el martes último por la noche. En promedio, el litro de súper cuesta ahora en la Argentina 2,10 pesos; el de premium, 2,30, y el de gasoil, 1,75.

Toda la discusión tiene un costado insólito: en los papeles, los precios de los combustibles son libres en la Argentina. Así se encargan de difundirlo siempre los funcionarios del Ministerio de Planificación Federal, que conduce Julio De Vido. Sin embargo, cada vez que un diario publica un aumento se repite, casi de manera calcada, una historia que quedará en el anecdotario de un sector acostumbrado en otras partes del mundo a negociar con los árabes o los presidentes George Bush o Hugo Chávez: se da por enterado el Gobierno y se zambulle sobre las empresas involucradas con llamadas que exigen la urgente revocación de la medida. En general, el telefonista designado es el mismo que hoy pide la prisión del presidente de Shell, Juan José Aranguren: Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior.

A pesar de todo, la nafta y el gasoil tienen todavía precios que están hasta un 50% por debajo de países como Brasil, Uruguay o Paraguay, mientras el barril de petróleo sube en todo el mundo. Lo explicó ayer Castellano: "La intención de las petroleras, y la razón de estos aumentos, es acercar los precios a los internacionales". Es el argumento de las empresas, aunque ninguna lo haya querido explicar ayer. (La Nación)

Foto: Gentileza Diario Clarín.