Diputados aprobó la modificación del régimen de DNU

La Cámara de Diputados aprobó y giró al Senado el proyecto de ley que plantea la reforma del régimen que regula los Decretos de Necesidad y Urgencia, luego de que arco opositor consiguiera los votos, pese al pataleo oficialista.

Tras casi ocho horas de debate, la votación arrojó 142 afirmativos y 98 negativos.

Con esta medida, los bloques del arco antikirchnerista buscarán avanzar en otro de los temas pendientes en la agenda parlamentaria de la oposición, con el objetivo de que sea obligatorio para todos los DNU el tratamiento de ambas Cámaras.

La expectativa en torno a este proyecto tiene que ver con la ardua pelea que se desató entre el Gobierno y la oposición tras la firma del DNU del Fondo del Bicentenario primero y el Fondo de Desendeudamiento Argentino después, ambos para autorizar el uso de reservas para el pago de deuda pública.

Al cerrar el debate, el jefe del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, cuestionó "el ritmo acelerado de la oposición por sacar ciertas leyes".

"Lamentamos seriamente, según nuestra visión, la fallas claramente constitucionales. No es que es violatorio de la Constitución, le pegan cachetadas a la Constitución", se quejó Rossi.

A su entender, "una ley no puede disminuir las potestades que la Constitución le otorga a algunos de los poderes".

La diputada del bloque Peronista Graciela Camaño había arrancado el debate pasadas las 16:00, con la defensa del dictamen opositor, que surgió de un acuerdo entre todas las bancadas antikirchneristas.

A su entender, la iniciativa "plasma un nuevo diseño institucional".

De todas formas, Camaño anunció que sacaría del dictamen el artículo 20, en el que se había establecido que "esta ley no podía ser vetada por el Poder Ejecutivo".

"Creemos que el poder Ejecutivo no puede ejercer poder de veto por esta ley, pero vamos a sacar el artículo, aún pensando que no puede hacerlo porque es una norma de nuestra competencia", resaltó la diputada, en referencia a uno de los puntos que generaba polémica en el oficialismo y también a nivel interno en la oposición.

Por su parte, el diputado oficialista Gerónimo Vargas Aignasse desconoció el dictamen opositor, al considerar que "se había violado el reglamento" de la Cámara baja durante el tratamiento en comisión del proyecto.

"Entendemos que no hay dictamen", señaló el diputado tucumano, en referencia a la polémica del pasado 7 de abril, cuando Camaño lo acusó por "usurpación de micrófono" por declarar el levantamiento del plenario su ausencia, en momentos en que dirigía la reunión.

En la oposición todos los bloques respaldaron la iniciativa, incluso el Nuevo Encuentro de Martín Sabbatella, bancada aliada al Frente para la Victoria.

Por ese espacio, la diputada Vilma Ibarra aseguró que acompañarían la norma, aunque aclaró que "marcarían algunas disidencias y correcciones" durante la votación en particular.

En el recinto, el diputado de la Coalición Cívica Adrián Pérez celebró el tratamiento del proyecto y consideró que "fortalecerá el sistema republicano, para que los argentinos no queden a merced de la decisión de una sola persona".

El jefe del bloque del Peronismo Federal, Felipe Solá, aseguró que tras la sanción de esta ley "el Gobierno podrá seguir sacando DNU y el Congreso los va a tratar", aunque con mayores controles.

El radical Ricardo Gil Lavedra, a su vez, afirmó que el objetivo de la oposición es impedir que "las decisiones no queden en manos de un legislador único", en referencia al Poder Ejecutivo.

"Vamos a sancionar esta ley no porque la oposición quiera poner palos en la rueda, al contrario. Queremos construir una constitucionalidad previsible", recalcó el diputado por la Ciudad.

La presidenta del bloque socialista Mónica Fein, en tanto, sostuvo que la modificación de la Ley 26.122 "constituye un avance en materia constitucional, y sirve como control del Poder Ejecutivo, ya que es relevante que el PEN explique a partir de esta modificación las razones de excepcionalidad, necesidad y urgencia que lo llevan a emitir un DNU".

La líder del GEN Margarita Stolbizer afirmó: "Vamos a reacomodar los desajustes de la ley que se dieron en los últimos años y a tratar de volver a un debate más ordenado sobre aquello que la Constitución nos mandó a hacer, y a la luz de la experiencia de este tiempo que nos demuestra lo que no se ha hecho bien".

A su turno, la macrista Laura Alonso evaluó que "esta reforma no es en contra del Gobierno ni de nadie, sino a favor de la democracia".

La norma que se discute en el recinto establece que los DNU tengan que ser aprobados por las dos Cámaras antes de quedar firmes, ya que actualmente sólo necesitan el aval de un solo cuerpo.

La iniciativa plantea que el caso que alguno de los dos cuerpos no se expida, el DNU quedará automáticamente rechazado.

También modifica la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo -que actualmente no está conformada por problemas con la Justicia-, al ampliar sus miembros de 8 a 12 por cada Cámara.

El proyecto establece también que el jefe de Gabinete deberá concurrir personalmente al Congreso dentro de los diez días corridos desde la firma del decreto para explicar su contenido, aunque si dentro de ese plazo no se presenta la Bicameral se abocará "de oficio" a su análisis.

En caso de que el Parlamento se encuentre en receso al momento de dictar un DNU, se convocará de forma automática a sesiones extraordinarias. (ÁMBITO WEB)