Economía sale a buscar $22.000 Millones en un mercado agitado por los controles

El flamante secretario de Finanzas, Rafael Brigo, debutará este miércoles ante el mercado en lo que será la primera licitación de deuda desde que reemplazó a su predecesor, Mariano Sardi, quien dejó el cargo "por motivos de salud". En la segunda colocación de agosto, el Tesoro ajustó el menú de opciones para los inversores, reincorporando las Letras cortas y a tasa fija y títulos orientados a los bancos que pueden utilizarse para integrar encajes, después de haber renovado sólo el 65% de los vencimientos de la primera semana del mes, situación que dejó exigidas a las arcas estatales de cara al segundo semestre.

Todo en el marco de las nuevas restricciones dispuestas el jueves por el Banco Central que amenazan con limitar severamente las operaciones en la bolsa porteña: a partir de ahora, no se permite la liquidación de bonos en moneda dura en "cuentas custodia", es decir que tienen que estar a la vista en un banco, y a nombre del cliente, para poder utilizarse en nuevas transacciones.

Lo concreto es que Finanzas saldrá a buscar un mínimo de unos $22.000 millones. Si bien "lo peor ya pasó" en materia de compromisos del mes, el equipo de Martín Guzmán apuntará a hacerse de un colchón de cara a los más de $90.000 millones que todavía deben cancelarse antes de que termine agosto, correspondientes en su mayor parte a una Ledes y una Lepase, el día 31, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.

La última licitación a cargo de Sardi había encendido algunas alarmas en el mercado e incluso dentro del propio equipo económico. El ahora ex funcionario había apostado todo a una extensión de plazos -los títulos vencían como mínimo en 2022-, pero finalmente quedó $80.000 millones por debajo de los más de $240.000 millones que necesitaba.

Serán cinco reaperturas: tres Ledes con vencimiento el 29 de octubre, 31 de diciembre y 31 de enero ($5.000 millones de monto mínimo a colocar en cada una) y una Lecer que debe cancelarse el 31 de marzo próximos ($2.000 millones); en tanto también reapareció el Bonte 21 que tiene fecha de expiración el 21 de mayo de 2022, a tasa fija del 22% ($5.000 millones).

Es decir, no habrá Lepase ni dólar linked, ante la expectativa del mercado de que el BCRA mantenga clavada tanto la tasa de política monetaria como el ritmo de devaluación mensual.

"Desde el punto de vista financiero es lo lógico que hayan buscado extender plazos", evaluó el analista Christian Buteler, en referencia al traspié de la última licitación. El problema es que en medio de la contienda electoral, los inversores preferirán volcarse a instrumentos más cortos, pero eso produce "una bola de nieve", advirtió.

"El menú ofrecido demuestra que hay una preocupación por recuperar parte del financiamiento después de haber quedado muy por debajo" en la anterior licitación, planteó Buteler.

En ese sentido, un informe de Equilibria no descartó un escenario en el que algunas Letras a descuento ofrezcan tasas efectivas anuales del 45%.

Por Ignacio Ostera

Fuente: BAE Negocios