El Banco Central forzará a las entidades privadas a abrir más sucursales en el interior
La desconcentración del sistema financiero local que busca impulsar la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, comenzará por su arista geográfica. La funcionaria se reunirá hoy con las entidades bancarias para terminar de definir una nueva normativa que impulse la presencia de sucursales de los bancos privados en las regiones con menor cobertura. En la actualidad el 85 por ciento de las filiales de los diez bancos más grandes está concentrado en tan sólo cinco provincias: Buenos Aires, Capital Federal, Córdoba, Santa Fe y Mendoza. La intención de la autoridad monetaria es tratar la normativa en la reunión de directorio del próximo jueves. La medida buscará incrementar la presencia de los bancos principalmente en el noroeste y nordeste del país, las zonas menos rentables para los bancos. La creación de herramientas para potenciar el crédito productivo a tasas accesibles y plazos más largos son el próximo punto en la agenda de Marcó del Pont.
“La foto del financiamiento es preocupante, no sólo por la elevadísima concentración del crédito a nivel de empresa, la situación a nivel geográfico es aún peor”, advirtió la banquera central durante su intervención en una conferencia organizada por la Asociación de Economía para el Desarrollo (AEDA) y la Fundación Friedrich Ebert. Marcó del Pont cuestionó “la ausencia de los servicios bancarios más elementales en amplias zonas de nuestro país, con la paradoja de un sistema financiero sólido y muy rentable, quizás el más rentable de la región, pero con una exposición al crédito comercial muy baja”.
La radiografía a la que hace referencia la funcionaria muestra un sistema bancario que, a pesar de la profunda crisis financiera internacional, incrementó su rentabilidad un 66 por ciento en 2009 en términos interanuales. Sin embargo, el nivel del crédito está estancado en el 12 por ciento del PIB, muy por debajo de la relación registrada en Brasil y Chile. La mayor parte del reducido nivel de préstamos se destina a consumo personal, financiamiento de tarjetas de crédito a tasas de interés elevadas y a financiar operaciones de comercio exterior de un selecto grupo de empresas.
En ese escenario, el objetivo de la medida es desarticular el modelo de “país abanico” en materia financiera y obligar a la presencia de las entidades bancarias en aquellas zonas que no reciben su atención por falta de rentabilidad. Las provincias que cuentan con menos sucursales de los diez bancos que encabezan el ranking realizado por la entidad monetaria son Catamarca, Formosa y La Rioja. Mientras que en Buenos Aires –incluyendo la Capital– se ubica el 64 por ciento de las filiales, NOA y NEA no alcanzan a reunir el 10 por ciento del total de las sucursales de los bancos privados más grandes: Santander, Francés, Galicia, Macro, Standard, Patagonia, Citibank y HSBC.
Durante la reunión que mantendrá hoy la titular del Central con ABA, Adeba y Abappra, las cámaras del sector, la economista presentará los principales puntos de la normativa y anticipará algunos lineamientos en materia de financiamiento. El impulso regulatorio a la bancarización en áreas relegadas ya había sido trabajado entre las partes en su primer encuentro tras la asunción de Marco del Pont. En el directorio del Central señalaron que “la medida se analizará este jueves en la reunión habitual del órgano de gobierno del banco”. Sin embargo, no descartaron que la resolución se trate la próxima semana.
La desaparición de la banca regional –estatal, privada y cooperativa– y la discriminación geográfica de las entidades financieras son una consecuencia de la Ley de Entidades Financieras diseñada por José Martínez de Hoz en 1977. Esa reforma eliminó las preferencias territoriales presentes en las normas previas. La legislación y las sucesivas crisis bancarias y financieras desde 1980 terminaron por configurar la actual concentración del sistema. Entre las consecuencias de ese desarrollo se destacan la contracción de la porción del crédito destinada a las economías regionales profundizando el condicionamiento del acceso de las pymes mediante elevadas tasas de interés y la desaparición de los agentes financieros de los estados provinciales.
De todas formas, distintos especialistas advierten que la presencia de los principales bancos en las regiones olvidadas no asegura una mejor distribución del ingreso, ni facilita el acceso al crédito. Sus actividades en esas regiones se concentran en el pago de servicios. En el equipo de Marcó del Pont reconocen esa situación y apuntan que en las próximas semanas se conocerán nuevos instrumentos de provisión de liquidez para impulsar a la banca comercial a brindar créditos sostenibles para actividades productivas a plazos más largos y tasas de interés fijas.
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