El PBI creció en el primer trimestre, pero la inflación restará impulso
La actividad económica pegó un fuerte salto durante febrero y recuperó más que lo perdido en un complicado enero en el que las vacaciones, los cortes de luz y el pico de contagios de coronavirus generaron un parate. El crecimiento durante el segundo mes del año fue de 1,8%, más que el 0,7% de baja registrado en enero, y, por ende, la actividad terminó subiendo 1% a lo largo del primer bimestre y en comparación con los niveles de diciembre del año pasado. La expectativa apunta a que en marzo continuó el repunte, pero la aceleración inflacionaria presenta nubarrones en el horizonte debido al impacto en el consumo.
Los datos fueron publicados por el Indec a través del informe del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) correspondiente a febrero. Desde el Ministerio de Economía destacaron que ahora la caída con respecto al pico de noviembre de 2017, el mes de las elecciones legislativas de aquel año, es de 2,2%.
Aunque la cuestión no luce tan favorable mirando hacia adelante por la aceleración inflacionaria y su impacto sobre el consumo, los primeros números disponibles en lo que respecta a marzo permiten pensar en una continuidad de la recuperación económica. Así, el primer trimestre parece haber terminado en positivo, pero el segundo trimestre, según se vislumbra, será de caída. El mercado la pondera en una baja de 0,5%.
Lo que más traccionó a la actividad en su repunte posterior a la fase 1 fue, en parte, la industria. Lo afirmó el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas: "Motorizado por la reactivación de la industria, el turismo, el comercio Vaca Muerta, la minería, la construcción y el software, el primer bimestre de 2022 fue el mejor de los últimos cuatro años, con un crecimiento de 7,1% contra 2021, del 4,7% contra 2020 y del 2,8% contra 2019".
Desde la UIA ya no esperan que la crisis energética por la guerra en Ucrania tenga un impacto en la actividad (aunque sí en los costos productivos, lo que agregará presión inflacionaria), en línea con la expectativa del Ministerio de Economía y del secretario de Energía, Darío Martínez. Sin embargo, afirman que la dinámica de precios meterá la cola. A esa baja en el consumo se le suma el potencial límite a las importaciones, que generará la necesidad de acumular reservas y el ajuste fiscal, motorizados por el acuerdo con el Fondo Monetario.
Al respecto, desde la central fabril afirmaron: "Los datos disponibles de marzo indican que siguió la recuperación de la actividad económica con cierta estabilización de las variaciones interanuales. Se mantuvo la suba de la producción automotriz, del sector de la construcción y de los rubros vinculados con el sector agrícola. Sin embargo, se amesetó el consumo de energía eléctrica de grandes usuarios industriales (alza de 0,9% anual) y los indicadores de consumo se vieron afectados por la aceleración de precios. Con estos datos, el panorama para el resto del año presenta algunos desafíos".
Desde LCG coincidieron: "Más allá del buen dato de febrero, seguimos proyectando un crecimiento bajo para 2022, que en el promedio anual estaría en línea con el arrastre estadístico que dejó la recuperación de finales de 2021 (por abajo del 4% anual). No será un crecimiento que la sociedad sienta como tal. A su vez, esta dinámica tibia estará amenazada por los efectos de una inflación alta y en ascenso que podrá limitar las decisiones de consumo a partir de la erosión de los salarios. También podría jugar en contra el manejo que deba hacer el BCRA sobre las importaciones para cumplir con el objetivo de acumular reservas. Por último, en el marco del acuerdo con el FMI, el impulso fiscal será acotado".
Por Mariano Cuparo Ortiz
Fuente: BAE Negocios