En mayo hubo una aceleración en la suba del gasto público del 75%
En mayo hubo una aceleración en el ritmo de crecimiento del gasto público al 75%, luego de marcar una suba del 66% en abril. Esta mayor erogación se explica por la necesidad del Estado nacional de reforzar las políticas de ingresos frente a la crisis social y una inflación que bordea los 60 puntos, sumado a las recomposiciones salariales de los trabajadores y trabajadoras estatales. Estos datos se desprenden de un análisis realizado por el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO). La mayor suba en la función servicios sociales se compensó con una reducción de las transferencias hacia CAMMESA, situación que no podría repetirse en los próximos meses.
El Ministerio de Economía tiene pendiente la ampliación de las partidas presupuestarias de este año en función del flujo de gastos registrados desde el inicio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania pero “respetando la meta de reducción del déficit pautada con el FMI”, según adelantaron desde la cartera que conduce Martín Guzmán.
En el acumulado del año, el gasto público creció un 76%, explicado tanto por la suba de los subsidios energéticos como por la función “servicios sociales”. Dentro de este último rubro, el programa Tarjeta Alimentar registró, al cierre de abril, una ejecución presupuestaria superior en un 100% en relación a lo erogado durante el mismo período de 2021.
En mayo hubo una menor transferencia de recursos hacia CAMMESA, al pasar de los $130.700 millones a 90.600 millones. Según el análisis del CESO, “esto puede obedecer a razones de índole fiscal, para mantener el cumplimiento de las metas de déficit y de financiamiento monetario con el FMI pero difícilmente se pueda sostener.”
Tal como había explicado a BAE Negocios el especialista en energía, Martín Bronstein, es de esperar que a partir de junio se dupliquen las importaciones energéticas por el mayor consumo de gas y más aún con los precios internacionales que rigen actualmente.
Para Nicolás Pertierra, economista en jefe del CESO, las señales son de ir a una meta de mayor déficit. “No veo chances de llegar a un 2,5%. Si todo se reducía a cumplir con el FMI debería haberse hecho otra cosa de entrada”, agregó en diálogo con BAE Negocios. No por nada el Tesoro apuró al Banco Central para que incrementara el ritmo de emisión vía utilización de los DEG del FMI.
Tanto la política de ingresos como los subsidios energéticos, que en 5 meses registraron una suba del 166%, ponen en tensión la totalidad de recursos para este ejercicio fiscal pero también su manera de financiarlos. Hasta ahora, el Presupuesto prorrogado sólo se amplió en $81.546 millones, es decir un 0,76% respecto del año pasado. El ministerio de Economía debía haber ampliado las planillas de recursos y gastos para abril pero los números macro se trastocaron tras el inicio del conflicto bélico y la persistente inflación. La potencial recaudación de 1000 millones de dólares por el proyecto de renta inesperada recién ingresaría al fisco en mayo de 2023.
Por Sebastián Premici
Fuente: BAE Negocios