ECONOMÍA

Griesa congeló fondos del Nación

El juez de la corte federal de Nueva York Thomas Griesa ordenó congelar una cuenta del Banco Nación (BNA) en Estados Unidos por pedido de un grupo de bonistas minoristas que siguen en default. A los demandantes "se les concede una orden de restricción sobre BNA", dice la resolución. El argumento utilizado es que el Banco Nación es un "álter ego" del Gobierno, por lo que también le cabe responder con sus fondos ante los bonistas que no aceptan entrar al canje que se desarrolla hasta el 7 del mes próximo.

Para el 3 del mes próximo está prevista una audiencia judicial, en la que la Argentina deberá explicar por qué Griesa no debería permitir que las autoridades embarguen los "fondos que se encuentran en cuentas del BNA para el beneficio de la Argentina".

Estos demandantes han obtenido juicios favorables por un total de 2240 millones de dólares, más los intereses acumulados. En diálogo con LA NACION desde Miami, el abogado Michael Díaz, uno de los directivos del estudio que promovió la demanda, confirmó que "el embargo está absolutamente vigente" sobre cuentas de la Argentina en los bancos Nación y el HSBC. "Nosotros mismos nos encargamos de verificar que llegaran las notificaciones", dijo el letrado. Y, de acuerdo con la documentación del juzgado, ambas comunicaciones se hicieron efectivas el pasado martes antes de las 17.

"Además del Nación y del HSBC hay cuentas en otros bancos", dijo el abogado, que no desestimó "seguir buscando bienes de la Argentina en territorio de los Estados Unidos" para reclamar el pago de la deuda incumplida. "Lo que está pasando aquí es que hace seis años que estos bonistas empezaron un juicio y durante todo ese tiempo no sólo la Argentina evitó el pago, sino que ahora, si se acogen al canje, cobrarán solamente cien dólares por cada trescientos que posean en papeles", dijo Díaz.

"Nuestro propósito es buscar cualquier bien embargable que, estando a nombre de cualquier persona o entidad, así sea la presidenta Kirchner, pertenezca a la República", insistió.

Fuentes oficiales indicaron que "está en marcha el proceso para realizar la apelación y, como en otros casos, se espera que Griesa dé marcha atrás con este congelamiento preventivo de la cuenta operativa, que en nada afecta el canje en curso".

El abogado demandante consideró que "esto no debería afectar el desarrollo del canje". "Por supuesto, el canje seguirá adelante, aunque yo no sé qué éxito tendrá ni qué nivel de aceptación, porque tal parece que no hay mucho interés", opinó el directivo. "Mientras tanto, el embargo está activo", subrayó.

En el Ministerio de Economía han tenido una relación sinuosa con el veterano magistrado del sur de Nueva York, aunque últimamente destacan que "está claro que Griesa quiere que el canje se cierre en forma exitosa".

De todos modos, el argumento del álter ego ya fue invocado por el magistrado en otros casos, ya que él considera que el Gobierno usa al Banco Nación, al Banco Central y a la Anses como brazos alternativos para movilizar sus fondos en el exterior.

La utilización de las reservas del BCRA primero para pagar la deuda con el FMI y más recientemente a otros organismos y a bonistas dio más fuerza a los argumentos de los abogados de los acreedores.

Al respecto, Griesa consideró tiempo atrás que los decretos dictados por la Presidenta -que dieron origen a los fondos del bicentenario y del desendeudamiento- son una muestra clara de esta indivisibilidad entre el BCRA y el Gobierno.

En la Cámara de Apelaciones de EE.UU. el Gobierno sufrió distinta suerte. Por una parte, logró destrabar fondos administrados por la Anses, mientras que por otro siguen congelados fondos del Banco Central desde 2006.

Se trata de US$ 105 millones que están depositados en la Reserva Federal de Nueva York, en el contexto de un reclamo de los fondos buitres Elliott y Dart, los más hostiles entre los holdouts . Estos dos fondos reclaman cobrar el 100% del valor nominal de unos US$ 3000 millones y han logrado que se dictaran numerosos embargos en EE.UU. y Europa, pero todavía no pudieron cobrar. (La Nación)