Quieren eliminar los gestores para habilitar negocios en CABA

De la mano de la burocracia y de las trabas generadas por el propio sistema, desde hace mucho los gestores se trasformaron en una instancia casi "obligatoria" para habilitar comercios en la Ciudad. El trámite se encareció y podía durar varios años. En muchos casos, incluso, los comerciantes nunca recibían el permiso definitivo. Ahora el Gobierno porteño decidió implementar una serie de cambios, con los que buscan agilizar y transparentar el mecanismo. Con ello, intentan eliminar la participación de los gestores y desmantelar posibles nichos de corrupción. "La percepción que tenía la gente sobre el trámite generaba una falsa necesidad de los intermediarios", dice Pablo Bourlot, actual director de la Agencia de Control Gubernamental (ACG).

Paradójicamente, según una encuesta realizada por el Gobierno porteño, el 55% de los comerciantes no confía en los gestores. ¿Por qué?. Se sospecha de connivencia entre empleados y parte de los gestores que trabajan en el rubro. "Si venís por este gestor sale, si no". Esa era la lógica que se utilizaba en muchos trámites, según comentan en la AGC. Por eso, en la nueva sede de la Dirección General de Habilitaciones, en Perón al 2900, se instalaron cinco micrófonos y una cámara de video para registrar las conversaciones entre los asesores oficiales y el público. "Ante una queja, podemos revisar la charla entera para que no haya engaños", agrega Bourlot. Desde abril, los trámites para habilitaciones simples (no necesitan inspección previa), se inician únicamente en Internet, llenado un formulario.

El sistema es sencillo. Igualmente, hay cinco asesores en las nuevas oficinas, que se encargan de evacuar todas las dudas. Y a partir de mañana también estará disponible un asesor virtual con el cual se podrán hacer consultas on line y recibir orientación de los 50 rubros más requeridos. Eso reduce el margen de acción de los gestores, pero no impide que sigan trabajando. La diferencia es que ahora los comerciantes pueden hacer un seguimiento del trámite con su usuario y contraseña. Iniciado el trámite, el interesado debe concurrir a las oficinas de la ACG, con la documentación adecuada. Allí, le asignan un turno y le dan una credencial que lo habilita a pasar varios molinetes. Si alguien permanece en la sala más de lo necesario se dispara una alarma interna. Así, se busca impedir que los gestores, que muchas veces trabajan en complicidad con empleados infieles, "se mezclen entre la gente para pescar clientes", lo que ocurría con gran frecuencia.

Mariano Villanueva habilitó un quiosco hace cinco años a través de un gestor que conoció en las oficinas de Habilitaciones. "Lo contratamos por comodidad, porque el trámite era muy engorroso. Nos cobró $ 550, pero la habilitación definitiva nunca salió", le contó a Clarín.

En la ACG aseguran que el mecanismo se repite. "Muy pocas veces les terminaban los trámites porque son comercios que pueden funcionar sin habilitación definitiva", contó Bourlot. Habla de aquellos que implican un riesgo muy bajo, como quioscos, restoranes, bares o locutorios. Según cifras oficiales, representan el 80% de los 220.000 comercios porteños.

Con los cambios, en sólo 24 horas se obtiene la oblea que acredita el permiso provisorio, y en uno o dos días más el certificado de habilitación definitiva, más conocido como "plancheta". Como era fácil de falsificar, a partir de junio se utilizará un código único de habilitación. Así, cualquier vecino o inspector podrá verificar en la Web la validez y la vigencia de la misma. "Queremos que el trámite sea fácil y accesible para todos", opinó el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que también destacó la disposición del personal de la ACG: "Este es uno enorme trabajo en equipo". Muchas de esas medidas comenzaron a gestarse luego de la tragedia de Cromañón y se aceleraron el año pasado, tras el incendio del depósito de un local de cotillón del Once, que funcionaba sin habilitación.(CLARÍN)