Sequía y dólar: en lo que va de febrero el campo liquidó apenas u$s161 millones
La sequía de divisas se prolonga en lo que va de febrero. Luego de que enero cerrara con la liquidación de dólares por parte del campo más baja desde 2007, el segundo mes del año presenta un escenario todavía más complejo. Es que desde que comenzó el mes el sector ingresó al mercado local apenas u$s161 millones, lo que significa la menor cifra para esta época del año desde 2003. Mientras tanto, en el mismo lapso de tiempo el BCRA tuvo que desprenderse de unos u$s191 millones y en lo que va del año sus ventas superan los u$s434 millones.
Tradicionalmente la liquidación de divisas por parte del campo muestra un retroceso durante los primeros meses del año y el plato fuerte llega a partir de mayo con el ingreso de la cosecha de soja. A esa cuestión habitual este año se le suma la tremenda sequía que ya generó una caída del 50% en la cosecha de trigo y del ingreso de divisas por exportaciones del cereal y un panorama todavía incierto en lo que respecta al maíz y la oleaginosa que están sembradas y atraviesan un período crítico en su desarrollo.
Las estimaciones dan cuenta que febrero terminaría con una liquidación de divisas por debajo de enero, que cerró en u$s928 millones. Otro ingrediente clave es que el segundo mes del año tiene menos días hábiles y en este momento las declaraciones juradas de ventas al exterior de granos y subproductos por parte de las empresas agroexportadoras están prácticamente paralizadas, algo similar a lo que ocurre con las ventas de la oleaginosa de la campaña pasada.
Hasta el momento, según el registro oficial, quedan por venderse unas 8 millones de toneladas del ciclo 2021/22 pero lo cierto es que ese grano no está en manos de pequeños y medianos productores sino de grandes grupos de siembra o empresas del agro. A esta altura del año, luego de las dos ediciones del Dólar Soja lanzado por el Gobierno durante 2022, mantiene soja en los silobolsa aquel que tiene espalda financiera para hacerlo. En tanto, lo volatilidad que muestra el mercado de cambios, sumado a los cautos precios internacionales, completan el combo que desalienta la venta de grano.
Mientras tanto en el campo dan casi por hecho que en el corto plazo el Gobierno lanzará una nueva edición del Dólar Soja no solo para hacerse de esos 8 millones de toneladas en divisas de la campaña pasada sino también para acelerar lo más posible la venta de grano del nuevo ciclo. En materia económica toda hace prever que febrero será un mes bisagra que mostrará a las claras la necesidad que tiene la economía local de contar con divisas frescas, no solo para asistir al mercado de cambios, sino también para cumplir con las metas impuestas por el FMI.
Hacia adelante, uno de los mayores desafíos que afronta la economía local es el impacto final que tendrá la sequía en la campaña actual de maíz y soja. Fundamentalmente, solo la oleaginosa aporta más de u$s20.000 millones al año en divisas y es por ello que una menor cosecha impactará directamente en la disponibilidad de dólares durante este año.
Por lo pronto está descartado que habrá una caída considerable en la cosecha de ambos cultivos y las proyecciones más alentadoras estiman que el ingreso total de divisas de 2023, sumando los principales complejos agroexportadores (trigo, maíz y soja), sería de alrededor de u$s36.000 millones, bastante lejos del récord del año anterior cuando el campo había aportado más de u$s40.000 millones. Este es el contexto que tiene en consideración el equipo económico para plantear hacia adelante medidas concretas para acelerar la liquidación de divisas en un año que inició complejo.
Fuente: Ámbito