Traen al país helicópteros sin piloto para hacer monitoreo de campos

Una vez mejoradas las semillas, se busca incluir también, a la tecnología agropecuaria nacional, la incorporación de fertilizantes, agroquímicos, máquinas especializadas en tareas agrícolas y sistemas de monitoreo de suelos y cultivos.

En esta carrera que busca una mejor productividad por kilómetro cuadrado de tierra, la filial argentina de la firma europea de tecnología Indra agregará ahora un servicio de monitoreo de cultivos a través de plataformas aéreas que vuelan ubicándose satelitalmente. Se trata de aviones y helicópteros pequeños que pueden sobrevolar a una velocidad de entre 70 y 100 kilómetros por hora una superficie que se le asigne por sistema, tomando imágenes detalladas de la superficie. Estas plataformas son no tripuladas, es decir, no tienen conductor ni control remoto, sino que el itinerario se asigna por un sistema que le permite funcionar como una computadora voladora que toma imágenes. De sta manera, con un software complementario y customizado se puede evaluar la calidad de los cultivos para optimizar las aplicaciones de productos, además de alertar sobre plagas y desastres climáticos.

Para completar el sistema de tres pasos (plataforma aérea, censores y software) Indra se asoció con una consultora agropecuaria nacional, según explicó a El Cronista Ricardo Viaggio, gerente general de Indra en Argentina.

La plataforma aérea es una adaptación creada por la filial argentina para el agro, además de que podrá utilizarse para otras aplicaciones, como la minería y el medio ambiente. A nivel internacional, la empresa tiene productos que se aplican en el ámbito militar,y la aplicación local al ámbito civil responde a la convicción de que en la Argentina hay un mercado que demanda este producto que “no incluye sólo las grandes extensiones de tierra, sino también los cultivos intensivos, como los arándanos”, explicó Viaggio.

Los censores, o cámaras, varían en su intensidad –según la aplicación– y pueden tomar imágenes de hasta 10 centímetros por debajo de la tierra.

Indra apunta a prestar el servicio de monitoreo de campos a partir de mitad de 2010, finalizando un proceso de investigación que habrá durado poco menos de dos años. Para eso, utilizará unidades cuyo costo de producción varía entre u$s 500.000 y el millón de dólares, sin contar el software especializado.

Entre otras aplicaciones, los helicópteros también pueden sobrevolar zonas de desastre donde las comunicaciones se interrumpen y relevar las condiciones del terreno.

(EL CRONISTA)