El gobierno aseguró que la deuda soberana se pagará en tiempo y forma
El secretario de Finanzas, Eduardo Setti, ratificó este martes la voluntad de respetar el cronograma de pagos de los bonos soberanos en dólares reestructurados en 2020. La aclaración surgió en respuesta al rumor de negociaciones para un canje, con un banco internacional, con el objetivo de descomprimir el calendario de vencimientos que obliga al Tesoro Nacional a desembolsar USD1.577 millones el 9 de enero, conforme a los cálculos de la OPC. Estimaciones privadas apuntan a que el 70% de ese monto se le debe a privados.
"Desde el gobierno nacional no se está trabajando ni evaluando ninguna alternativa de postergación de pagos de intereses de títulos en moneda extranjera, las cuales consideramos delirantes y que sólo buscan incrementar la volatilidad de los mercados", aseguró Setti en su cuenta de X.
La aclaración alentó las subas de algunos de los títulos de la parte más larga de la curva, aunque los precios sigan extremadamente bajos, tal y como lo refleja el riesgo país en casi 2.500 puntos básicos, con tasas de retorno del orden del 25%. Así y todo, el AL41 subió 5,5% hasta los USD27 por cada cien nominales, el GD35 avanzó 4% hasta los USD 25,95 y el GD41 subió 4,1% hasta los USD29,4, mientras que los demás valores tanto de Bonares como Globales cotizaron con leves bajas, a excepción del GD46 que tuvo un repunte de 0,3%.
El rumor que circuló por la mañana, entre agentes de bolsa, administradores de fondos comunes de inversión y sus clientes, consistía en que un banco internacional le había acercado, al equipo de Sergio Massa, una propuesta de canje voluntario de sus tenencias de bonos soberanos, para que no paguen intereses sobre esos títulos, a cambio de una mayor tasa de interés a futuro.
El rumor circuló con rapidez, a la luz de las dificultades que se combinan al inicio del próximo mandato, con reservas netas en terreno negativo, y el hecho de que el mismo Sergio Massa calificara como "pésima" la reestructuración de deuda que llevó a cabo Martín Guzmán, lo que mantiene al mercado a la espera de una nueva renegociación que la lleve a niveles similares a los de otros emergentes. Es que la inauguración financiera del 2024 para la Argentina será con pagos el mismo día a los bonistas privados y al FMI por 975 millones de Derechos Especiales de Giro (DEGs), el equivalente a USD1.292 millones a la tasa de conversión actual, con reservas internacionales en rojo.
"El próximo presidente se encontrará con un frente externo/cambiario muy complejo: el stock de reservas es mínimo, mientras la deuda comercial trepó a máximos; la brecha cambiaria es máxima; y el tipo de cambio oficial está atrasado", sintetizó en su último reporte la consultora Ecolatina, que estimó que el punto de partida del nuevo Gobierno son reservas internacionales netas (RIN) negativas del orden de los USD11.000 millones.
"Si expresamos este monto como proporción de las importaciones mensuales devengadas, vemos que a fin de 2023 nuestro país tendrá RIN negativas por casi dos meses de importaciones. A fines de la presidencia de Macri las RIN cubrían 2,5 meses de importaciones, mientras que en 2015 eran negativas, pero por menos de 1/3 de mes de importaciones", detallaron en Equilibra.
Y aunque el Gobierno disponga de yuanes para hacer los pagos al FMI, la dudas sobre la capacidad de pago a los privados siguen reflejándose en las cotizaciones porque el Fondo es acreedor privilegiado y también habrá que pagarle otros USD647 millones el 16 de enero y otros USD862 millones el 1° de febrero. Un panorama complejo si se tiene en cuenta que la cosecha fina no proveerá un puente de dólares sólido hasta la llegada de la cosecha gruesa.
Fuente: Diario BAE