"Los eventos se han ido consolidando como una cita obligada en las agendas de ambientes sociales y corporativos"

La Editorial Aplicación presenta un nuevo libro bajo el título: “No es un juego - Manual para la organización y coordinación integral de eventos", del autor Damián Faccini.

A través del presente material, el autor pretende brindar herramientas de suma utilidad para la gestión de todo tipo de reunión social y empresarial de manera abarcativa, clara, ágil y dinámica. Se abordan también contenidos de inminente actualidad tales como: “Eventos 2.0 y las redes sociales”, “Eventos vivenciales”, “Eventos y los medios de comunicación”, “Eventos y el marketing”.

En una entrevista con eLeVé, Damián Faccini nos brinda un adelanto de su obra, que pretende ser material que él mismo define como "la cocina del negocio, el minuto a minuto y los vericuetos de la profesión de "organización de eventos".

¿A qué llamamos evento?

Existen conceptos y definiciones varias respecto a la palabra en cuestión. Desde una apreciación personal considero que podríamos considerar a un evento como a: el conjunto de acciones planificadas de cara a cumplir con un objetivo determinado (venta, entretenimiento, etcétera) de un cliente, bien sea social o empresarial, valiéndonos de recursos humanos y físicos que harán posible la materialización de la instancia en cuestión.

¿A partir de qué momento en nuestro país la actividad de organizar un evento se profesionaliza?

Si bien los eventos organizados de manera seria y planificada tienen ya su tiempo en el mercado, podría decirse que a partir del año 1995 comienza a gestarse una cultura de “profesionalización de la tarea”. Acompañar el muy buen “oficio” de los pioneros hacedores de herramientas provenientes de otras especialidades, que permitan lubricar los engranajes de la maquinaria y nos posicione mejor en todos los mercados y frente a clientes cada vez más exigentes.

¿Cuándo un evento necesita de los conocimientos de un profesional para poder ser llevado a cabo?

Siempre. No hay eventos pequeños o de menor importancia. La presencia de un OPE (organizador profesional de eventos) debe estar siempre.

¿Existen determinados pasos a tener en cuenta a priori que garanticen el éxito de un evento?

Si, existen. A grandes rasgos podría decirse que se deberían tener en cuenta los siguientes pasos:

 Interpretar y decodificar por completo la necesidad del cliente para poder transmitirla a través del evento elegido, logrando de esta manera que el evento cumpla exactamente con lo pretendido por la demanda.

 Trabajar con los mejores proveedores, lo cual no implica altos costos, sino operar con quienes mejor nos entendemos y hemos establecido un código común de trabajo.

 Armar un plantel de recursos humanos sólido, que nos permita coordinar el evento todo, garantizando una gestión que apunte a la calidad total.

Teniendo en cuenta su experiencia en la organización de eventos ¿que recomendaciones se le puede dar a una persona que decide encarar la organización de su propio evento?

Que asista a todo tipo de evento, sin importar si el mismo es empresarial, social o artístico. Que no se prive de participar de aquellos eventos que le resulten simples como tampoco de los complejos que cree en primera instancia no estar en condiciones de organizar.

Que pregunte a los que saben y tienen años en el oficio y la profesión.

Que estudie y se forme en todas las áreas pertinentes a la especialidad y en otras tantas, dado que la organización de eventos pretende profesionales ágiles, dúctiles, flexibles y adaptables, poseedores de una gran actitud pero también de componentes aptitudinales que provienen de un sinfín de estímulos.

¿Cuáles son las nuevas exigencias que exige el mercado para la realización de un evento?

El OPE (organizador profesional de eventos) debe:

Poseer importante conocimiento de las novedades tecnológicas que hacen posible un entretenimiento moderno y acorde a los tiempos de multiplicidad de estímulos y vorágine en los cuales nos hallamos inmersos.

Dominar el arte del entretenimiento a través de una correcta selección de SHOWS, VIDEOS y otros soportes que garanticen el mismo.

Entender de menús y propuestas gastronómicas que asombren y al mismo tiempo sacien los gustos más heterogéneos.

Contemplar de manera constante todo lo referido a la seguridad dentro del evento.

Considerar de principio a fin, al momento de la selección de la sede y demás proveedores, los criterios de accesibilidad que harán posibles un evento para todo tipo de público.

Por Ángeles Bellomo