ALEJANDRO MARROCCO | DIRECTOR DE LA CARRERA DE CONTADOR PÚBLICO DE LA UADE
Universidad: falta enfatizar en la formación de emprendedores
Moda o necesidad. Quién sabe. Lo cierto es que desde distintos sectores de la sociedad se enfatiza en la necesidad de que los profesionales sean cada vez más innovadores o que los empresarios se esfuercen por generar continuamente nuevos proyectos.
Las exigencias recaen inexorablemente sobre las personas individuales pero nadie se cuestiona el rol que le toca a las universidades o los organismos públicos en la formación de nuevos emprendedores.
En una entrevista exclusiva para Aplicacion Tributaria S.A., el director de la carrera de Contador Público y Programas Conjuntos de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) nos da su opinión sobre los pro y los contra de la innovación, y habla del rol que le cabe a los profesionales y las entidades educativas en el ámbito de las ideas y la generación de proyectos.
¿Qué significa innovar hoy en la Argentina?
La innovación es fundamental para la creación de valor, lo cual constituye uno de los principales desafíos para la empresa a comienzos del siglo XXI. En los países más desarrollados, por ejemplo, muchas universidades han establecido programas de grado y de posgrado referidos a la innovación. Pero la innovación por la innovación misma o como moda carece de sentido. A mi criterio se corre mayor riesgo en las empresas de gran envergadura, porque son las que con mayor entusiasmo y permeabilidad recogen los avances conceptuales de la teoría administrativa.
¿Cuáles son los costos financieros y económicos de innovar?
El costo es un factor esencialmente crítico en las PyMEs que intentan llevar adelante algún emprendimiento. Siempre, el análisis costo–beneficio debe plantearse en un horizonte de mediano y largo plazo. Para mí, la innovación es vital para el desarrollo económico y también para el crecimiento personal del individuo y de las organizaciones. Es una lástima que en la mayoría de las universidades no se enfatice en la formación de emprendedores.
¿Cuál es su opinión en torno a la calidad educativa de nuestro país?
Lamentablemente, quienes nos desempeñamos en el ámbito universitario percibimos desde hace varios años un progresivo e insidioso deterioro de las competencias con las que llegan los aspirantes a ingresar a una carrera de grado. Es necesaria una urgente reforma del sistema educativo en el nivel medio.
¿Qué deben tener en cuenta los estudiantes en el momento de elegir una universidad?
Ante todo, que tanto la universidad como la carrera hayan sido acreditadas a nivel nacional e internacional porque esta condición es la única que les asegura que los procesos educativos de la institución han sido evaluados por agencias públicas o privadas especializadas que certifican el cumplimiento de estándares aceptables.
TRAYECTORIA
Alejandro Pablo Marrocco es Master en Gestión e Ingeniería de la Innovación y actualmente se encuentra cursando el doctorado en Ciencias Jurídicas. A nivel de grado, egresó como licenciado en Ciencias de la Educación, Contador Público y Abogado. Desarrolla su actividad profesional en la interdisciplina jurídico contable (cuestiones tributarias, societarias, contractuales, laborales y due diligence), derecho económico, penal económico y penal tributario. En el campo específicamente contable, en contabilidad de costos y de gestión. En tanto, en el ámbito educativo, es el actual director de la Carrera de Contador Público y de los Programas Conjuntos Contador Público–Abogado y Licenciado en Administración de Empresas–Contador Público de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE). |
¿Considera que existen diferencias notables entre las universidades públicas y privadas?
Teniendo en cuenta sólo las carreras de Ciencias Económicas, algunas universidades privadas desde hace por lo menos dos o tres décadas juegan un rol muy importante en la innovación educativa y en la búsqueda de la excelencia. Es por eso que presentan un alto grado de imagen positiva entre los empresarios, consultoras y público en general. Sin embargo, la coexistencia de las universidades públicas y privadas es una pieza fundamental de cualquier sistema pluralista y democrático.
Algunos dicen que la universidad pública responde a intereses nacionales y las privadas no … ¿qué opina de esta idea?
Es imprescindible que se desmitifique ese y otros conceptos que destacan la gratuidad de las públicas pero esto no es así porque las privadas cuentan con programas de ayuda económica de muchas universidades de gestión privada se sustentan en modelos de reconocida eficacia a nivel internacional.
¿Qué desfasaje hay entre los conocimientos adquiridos y los utilizados en el desempeño profesional?
Ese peligro siempre está presente. La complejidad de la problemática empresaria en la actualidad, el crecimiento exponencial de los flujos de información, la creciente necesidad de decidir bajo condiciones de riesgo e incertidumbre, los acelerados progresos científicos y tecnológicos y la globalización, son algunos de los factores más importantes que hacen que el ciclo de vida de los programas educativos sea cada vez más corto.
¿De qué manera se soluciona este problema?
Las soluciones para cerrar la brecha no son simples y deben ser abordadas desde varias perspectivas, entre otras: contacto permanente con referentes del medio, actualización en períodos cortos de los planes de estudio, revisión sistemática de los contenidos de las asignaturas, optimización de las estrategias de enseñanza, monitoreo del mercado, establecimiento de instancias extracurriculares y énfasis en la formación práctica.
La realización de posgrados por parte de los profesionales responde a: ¿una exigencia de mercado o a la necesidad de adquirir nuevos conocimientos ante la baja calidad educativa?
El posgrado no puede ser visto –en mi opinión– como una instancia en la cual el graduado toma contacto por primera vez con alguna de sus incumbencias profesionales, sobre todo en aquellas carreras en las cuales dichas incumbencias están normativamente regladas, como sucede en algunas referidas a las ciencias económicas. La razón es simple: en nuestro modelo, a diferencia de lo que sucede en otros países, el título de grado expedido por una universidad no es sólo académico, sino también habilitante, es decir que habilita a ejercer la profesión a quien lo detenta. Esto implica que desde el punto de vista jurídico y hasta desde el social, la institución que expide el título acredita que el graduado cuenta con competencias suficientes para desenvolverse así sea en un nivel básico en todas las áreas de incumbencias profesionales.
Las normas contables, ¿son acordes a las necesidades funcionales de los contadores, empresarios y las exigencias internacionales?
De manera progresiva, se está produciendo una convergencia de las normas pero, sin embargo, esta situación no garantiza que las necesidades funcionales de los empresarios y profesionales en ciencias económicas se satisfagan plenamente.
¿Qué pasos debería seguir la contabilidad para continuar con su adaptación a la globalización?
Para incrementar la utilidad de la información debería trabajarse bastante en la compatibilización de criterios entre la contabilidad de gestión y la patrimonial y en la elaboración de pautas que permitan incorporar en la información contable los efectos generados por la consideración del costo de oportunidad, no ya en informes separados, sino en forma integrada en el cuerpo de un sólo estado de situación patrimonial y de un único estado de resultados. En un contexto altamente globalizado y con fuertes desarrollos tecnológicos que facilitan enormemente el acceso a la información y la movilidad de los capitales, se torna imprescindible conocer no sólo cuánto se ganó o perdió en la actividad que se desarrolla, sino también cuánto podría haberse ganado o perdido en cualquier otra inversión alternativa asequible.
¿Cómo se adaptan los profesionales a esta convergencia de normas?
Esta situación lleva a que los planes de estudio de las carreras contables concedan cada vez más relevancia a las asignaturas o temáticas referidas a normas de contabilidad y de auditoria internacionales.
¿Qué importancia le asignan los empresarios al área administrativa y contable?
No todas las funciones administrativas y contables son percibidas de la misma manera. De todas las ramas contables, la impositiva está cobrando una relevancia cada vez mayor a raíz de la creciente presión fiscal. En el otro extremo, y sobre todo en pymes, a las actividades vinculadas con la presupuestación, control de gestión y contabilidad de gestión no se les asigna todavía la importancia que ameritarían.
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Esta entrevista fue publicada por primera vez en agosto en la Revista Técnica de la Contabilidad y la Administración editada por la editorial Aplicación Tributaria S. A.
Por Lic. Mariana Leiva
Exclusivo para Aplicación Tributaria S. A.